El grupo municipal de Pontevedra adelantó ayer su intención de no acudir a la reunión de hoy en el Recinto Ferial al entender que su trabajo "ya está hecho" al participar en las comisiones preparatorias y formular sus propuestas, y en la cita de esta mañana "los que tienen que decidir son los gobiernos locales y nosotros vamos a ser unos convidados de piedra", según apuntó el concejal Ricardo Aguilar, representante del PP en estas comisiones previas.

Y es que, a la vista de las declaraciones formuladas hasta ahora por las dos partes en conflicto y pese a los intentos de llegar a un acuerdo amistoso, el deslinde de cada lado es diferente. Al margen de la "zona alta", sobre la que no hay discusión, en el entorno de las marismas del Alba, Poio reivindica para su territorio toda la zona entre el río Rons y la carretera de Vilagarcía, ya que sus técnicos sitúan la mítica Piedra Pinela a la altura del puente das Correntes en la calle Domingo Fontán.

En cambio, Pontevedra sostiene que la citada piedra no está localizada y si bien admite el Rons como límite entre ambos concellos, recuerda que en el siglo XIX no existían los rellenos actuales y la zona de marismas era mucho más amplia, lo que situaría en sus terrenos a la Guardia Civil y a los Bomberos.