Pontevedra ha decidido poner sus ojos en los fondos europeos para tratar de financiar próximos proyectos de reforma urbana. Para ello, el gobierno local acordó ayer presentar la candidatura de la capital del Lérez para formar parte de la red Civitas de la Unión Europea, un grupo que reúne a varias "ciudades sostenibles" del continente. Integrarse en esta red abriría la puesta a obtener financiación europea para actuaciones de movilidad, al estilo de las que se han ejecutado en la última década en Pontevedra y que han servido de base para la reciente concesión del premio "Intermodes", recogido por el Concello en Bruselas el pasado mes de febrero.

Precisamente la obtención de este galardón por el programa municipal "Metrominuto" asociado a sus plan de reforma urbana y peatonalización, es el espaldarazo en el que se apoya el gobierno local para lograr que se acepte su candidatura, al tiempo que se presenta como el mejor aval para lograrlo. Las dificultades para obtener financiación propia con la que afrontar nuevas obras ha llevado al gobierno local a poner sus ojos en la segunda fase del denominado proyecto Civitas II, cuya convocatoria se abre este mes de marzo. Este plan, destinado a promover medidas de transporte urbano y de movilidad alternativa al coche, cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros para 36 ciudades europeas, lo que, con un reparto equitativo entre todos los aspirantes, permitiría aspirar a un mínimo de dos millones para Pontevedra.

El Concello se puso en febrero pasado, nada más regresar de Bruselas, manos a la obra para obtener estos fondos y proseguir sus planes de reforma urbana "porque propuestas de actuación no nos falta", según admite el alcalde, Miguel Fernández Lores, quien confía en "completar unas actuaciones que requieren mucha inversión en pavimento, iluminación, mobiliario, y ahora tenemos una limitación de gasto". Tras aquel premio en la capital europea, el Concello ha tratado de multiplicar sus intervenciones en foros de movilidad, como el celebrado hace menos de una semana en Madrid, organizado por la Fundación Pons, y donde Pontevedra expuso su experiencia con el modelo 30 que limita la circulación por el casco urbano a esa velocidad.

En España ya están vinculadas a la red Civitas ciudades como Burgos, Vitoria, San Sebastián o Barcelona, mientras que en el resto de Europa figuran capitales como Berlín, Roma, Praga o Estocolmo, junto a otras grandes urbes como Génova u Oporto.

En el caso de obtener alguna linea de financiación europea, no está aún decidido en qué se emplearía, sobre todo porque habría que aguardar a conocer la cuantía exacta y las condiciones de gasto. Aún así, el alcalde deja claro que "queda mucho por hacer por que no tenemos los mismos estándares de calidad urbana en toda la ciudad. Aún hay calles y plazas y barrios prácticamente sin tocar. Se ha avanzado mucho pero la accesibilidad no es total y siguen las obras". Y aporta un primer listado de proyectos pendientes: "la avenida de Vigo, O Castañal, la avenida de Compostela, con cuatro carriles inhóspitos. También está pendiente la mejora del puente de A Barca, que cae de cajón, con 5.000 personas de Poio que están más cerca del centro de la ciudad que los de A Parda y hay que facilitarles las cosas, desviando el tráfico por A Correntes".

La otra vía son los paseos marítimo-fluviales. Además de completar el paseo entre Pontevedra y Marín por la autovía, "me gustaría continuar el paseo de Os Gafos desde el tramo ya hecho a través de la estación de autobuses, hasta el nudo de O Pino. Nos queda el tramo junto al albergue, que es una zona muy degradada".