Los comités de las fábricas de Lourizán, Navia y Huelva y de Oficinas centrales se volverán a sentar mañana con la dirección de Recursos Humanos y asesores de Ence para hablar del ERE extintivo con el que la compañía pretende despedir a 144 trabajadores del grupo, 39 de ellos en Pontevedra.

Será una nueva cita de dos días que finalizará, si no se producen avances sustantivos, veinticuatro horas antes del arranque de la primera de las dos huelga convocadas por la parte social en respuesta a la reducción de plantilla: una entre el 21 y 26 de marzo y la otra, indefinida, a partir del 1 de abril.

De acuerdo con el calendario de movilizaciones diseñado por los comités, la primera huelga, que tendrá una duración de cinco días, se iniciará a las 14.00 horas del 21 de marzo. Este mismo miércoles se celebra en Madrid la junta general de accionistas del grupo Ence, en el que se debatirán y aprobarán, si procede, las cuentas generales y el informe de gestión del consejo de administración de la compañía que preside Juan Luis Arregui.

Estas cuentas hablan de unos beneficios consolidados de 43 millones de euros en el ejercicio 2012, un dato que enciende los ánimos de unas plantillas que están a punto de ser sometidas a una "reestructuración laboral" que implica 39 despidos en la planta de celulosas de Pontevedra, 49 en la asturiana de Navia, 40 en la de Huelva y seis despidos más en los servicios centrales. Ence argumenta que este adelgazamiento del número de trabajadores del grupo obedece a causas "organizativas" y "económicas" ya que prevé que el 2013 se cierre con pérdidas por valor de 8,5 millones. Un augurio que los trabajadores no comparten.

Los comités, con el respaldo de las respectivas plantillas, rechazan cualquier reducción de empleo mientras que Ence deja entrever la posibilidad de evaluar de nuevo, puesto a puesto, los empleos "excedentes" y recortar el número de despidos.