El Instituto Galego de Cualificacións desvela que la práctica totalidad de los 3.688 trabajadores contratados en Pontevedra durante los meses de enero y febrero tienen un nivel de estudios básico: la titulación de enseñanza obligatoria. Los demás solo hacen constar el llamado certificado de escolaridad.

Sin embargo este dato, el nivel académico, es puesto en cuestión por los agentes sociales, tanto sindicatos como asociaciones empresariales, que haciendo valor sus propias experiencias señalan que cada vez es más frecuente que se falsee, a la baja, el currículum académico para optar a empleos no cualificados.

Es usual, reconocen los agentes sociales y los propios parados pontevedreses, que los demandantes de empleo elaboren distintos expedientes para intentar ajustarlos al trabajo que aspiran, lo que multiplica las opciones de los que tienen más estudios. Una actuación que es criticada, sobre todo, por parados de escaso nivel cultural y cualificación, que consideran este proceder como una competencia desleal.