Seis años después de que la plaza de Valentín García Escudero fuera levantada por completo para catalogar y estudiar los restos arqueológicos allí existentes, el Concello ya tiene vía libre para recuperar, al menos en parte, un espacio urbano cuyo abandono ha provocado desde 2006 las quejas y el malestar de los vecinos. La Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura autorizó ayer el último proyecto presentado por el gobierno local, que permitirá tapar el 40% de esos restos y acondicionar parte de la plaza para su uso público.

Desde que finalizó el trabajo arqueológico, diversas circunstancias paralizaron el acondicionamiento de la plaza, de modo que los restos permanecen desde entonces prácticamente a la intemperie, solo cubiertos con unos plásticos, y el amplio hueco acumula desde entonces, agua, desperdicios y vegetación silvestre a las puertas del histórico puente de O Burgo.

El permiso conocido ayer fue comunicado por la Xunta al portavoz municipal del PP, Jacobo Moreira, antes de informar el propio Concello, un gesto que el gobierno local ha lamentado "porque supone una absoluta falta de respeto" y por su reiteración, ya que no es la primera vez que se produce. El último caso se registró a finales de 2012, cuando el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Fernández, prefirió informar antes a Moreira que al Ayuntamiento de la concesión del Área de Rehabilitación Integral al centro histórico.

Se da la circunstancia de que el concejal de Patrimonio Histórico, Luis Bará, explicaba a mediodía de ayer que el acondicionamiento de la plaza, para el que el gobierno local dispone de proyecto y presupuesto desde hace tiempo, solo "está a la espera del permiso de Patrimonio", que se aguardaba desde hace dos meses. Hora y media más tarde, la Delegación Territorial de la Xunta en Pontevedra emitía un comunicado en el que informaba de que "Cores Tourís comunica a Jacobo Moreira el informe favorable" sobre García Escudero. En esa nota se justifica este "puenteo" en el "interés" mostrado por el portavoz del PP sobre esta autorización. Bará apuntó ayer al respecto que "en estos últimos días se llamó varias veces a Patrimonio, sin respuesta; ahora sabemos la razón".

Al margen de la polémica administrativa entre las dos entidades, la llegada de este permiso deja vía libre el Concello para cubrir el 40% de los restos arqueológicos descubiertos en 2006. Aquel año se iniciaron las obras para remodelar la plaza pero la importancia de los hallazgos, de más valor de lo esperado, provocó un vuelco en las previsiones iniciales hasta el punto de que se ideó la construcción de un Museo da Historia. Ese proceso paralizó las obras, pero con el nuevo diseño ya elaborado, su elevado presupuesto (por encima de los diez millones de euros) y la crisis, volvió a caer de los planes municipales, lo que causó un nuevo parón.

Seis años después, el Concello opta ahora por una actuación mucho "más modesta", en palabras de Bará, que reduce su presupuesto a unos 75.000 euros. Este proyecto, remitido a Patrimonio en diciembre pasado, establece dejar al descubierto la zona arqueológica de mayor valor, es decir, los arcos enterrados del puente de O Burgo y parte del puerto medieval, cuyo tratamiento queda para una segunda fase. Sí se cubrirá con arena y una capa geotextil el resto. La zona que se tapará ocupa parte de la franja ante los edificios, y los dos extremos hacia la plaza del Muelle y la calle Sierra.

En el permiso de Cultura se establecen algunas cautelas. Una de ellas es que el Concello "tenga en cuenta que el Camiño Portugués atraviesa la ciudad de Pontevedra por ese lugar, y que las obras afectarán a ese tramo, por lo que en el momento de llevar a cabo el acondicionamiento definitivo del yacimiento, deberá resolverse de forma adecuada el paso de esa ruta, garantizando su continuidad". También se exige que "se lleve a cabo un proyecto de control arqueológico durante las obras , ya que el proyecto para soterrar este conjunto contempla diversas actuaciones que inciden sobre el subsuelo, generando remociones de tierra y trabajos susceptibles de afectar a los restos existentes y a los eventuales que pudieran aparecer".