Parten de planteamientos radicalmente distintos: Ence Energía y Celulosa se propone poner en la calle a 144 trabajadores del grupo y los comités, haciéndose eco del sentir de las plantillas, no quiere oír hablar de reducción de empleo. Así las cosas, dirección y parte social se sientan hoy, en Madrid, para hablar del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que la empresa pondrá de manera oficial sobre la mesa.

La reunión, en la que se expondrá en detalle y debatirá la propuesta, se prevé larga y tensa y por eso la convocatoria plantea dos días de trabajo, hoy y mañana, y en sesiones de mañana y tarde, tal como explicaba ayer el presidente del comité de la fábrica de Lourizán y delegado de CIG, Suso Graña. Estarán presentes, además de la dirección de Recursos Humanos y los asesores jurídicos y económicos de la compañía, los comités de todos los centros de trabajo (plantas de celulosa de Pontevedra, Navia y Huelva y Oficinas centrales) y los asesores de los sindicatos.

Suso Graña volvía a poner ayer en entredicho las cifras esgrimidas por Ence para justificar el ERE -el grupo augura un 2013 con pérdidas por un valor de 8,5 millones frente a los beneficios de 43 millones obtenidos en 2012-, al entender que se sustentan en "hipótesis y futuribles" . Además, recordaba, ya en la pasada reunión, en la que de manera informal se habló de este ERE, asesores sindicales rebatieron y desmontaron algunas de las premisas y conclusiones manejadas por la dirección.

Según los augurios manejados por Ence, las fábricas de Pontevedra y Huelva (que engloba en los balances bajo el ítem Ence individual) serán las que registren los peores resultados, ya que solo ellas sumarían en este año pérdidas por valor de 25,7 millones. Lo que duplicaría con creces las pérdidas de 2012.

El presidente del comité pontevedrés apuntaba ayer que la plantilla de la fábrica de Lourizán es "muy ajustada" y que recortarla "pondría en riesgo la producción".