La Comisión de Infraestructuras del Concello de Pontevedra dio ayer luz verde al proyecto definitivo de urbanización para el desdoblamiento de la Avenida de Vigo, una actuación que ejecuta el ayuntamiento con la financiación del Ministerio de Fomento. Tras el paso por la citada Comisión, el proyecto llegará el próximo lunes a la Xunta de Goberno local, en donde será ratificado, según explicó ayer el concejal de Infraestructuras, César Mosquera.

El edil añadió que la aprobación de este proyecto definitivo tiene "unas consecuencias urbanísticas enormes" dado que los propietarios de las parcelas adyacentes al vial, sobre todo en ambos extremos del mismo, podrían pedir licencia de construcción. El escaso movimiento que existe actualmente en la construcción hace prever que, en todo caso, esta es una circunstancia que probablemente no sucederá.

Tras este acuerdo, el gobierno local procederá a la licitación de los trabajos y se mantiene la previsión de que el inicio de las obras pudiera ser una realidad a lo largo de este mismo año.

Adquisición de los terrenos

El Concello se encuentra también en pleno proceso para la adquisición de los terrenos afectados, bien por avenencia de los propietarios o bien por expropiación, e a partir de ahí se iniciarán también los trámites para la licitación de la obra. Mosquera adelantó que finalmente no será posible alcanzar un acuerdo con todos los propietarios para eludir el proceso expropiatorio. Para adquirir las fincas afectadas (que suman un total de 14.000 metros cuadrados, desde el nudo de O Pino hasta la Rúa da Estación) se dispone de un presupuesto de unos 2,4 millones de euros, lo que supone una media de unos 160 euros por metro cuadrado. El coste total del proyecto se eleva a algo más de siete millones de euros.

Este desdoblamiento consiste en crear un vial de 500 metros paralelo a la actual avenida de Vigo y que dispondrá de una conexión directa con la estación de autobuses para su uso específico. Está previsto que cuente con aceras de 3,5 metros, un carril de salida y dos de entrada a la ciudad y una linea discontinua de aparcamiento de 2,5 metros de ancho, así como una senda peatonal y ciclista, a distinto nivel, de 5,5 metros de ancho, salvo en las proximidades del río de Os Gafos, donde aumentaría a ocho.