La calle Entrevías, un estrecho vial desde Otero Pedrayo, se ha convertido en el principal acceso de toda la maquinaria pesada hasta la zona de obras, entre la estación y los terrenos del abandonado centro de ocio de A Parda. El constante trasiego de camiones de gran tonelaje y otros vehículos ha comenzado a generar ya los primeros signos de malestar entre los residentes en la zona debido a los daños que presenta el pavimento y diversos servicios a las casas, según denunciaron ayer algunos vecinos.

Un grupo de ellos incluso acudió al Concello para entregar un escrito con sus quejas y que "quede constancia" de los desperfectos que temen que puedan llegar a producirse en el futuro, sobre todo si se tiene en cuenta que las obras de remodelación de la estación acaban de comenzar y aún se prolongarán varios meses, según las previsiones iniciales.

Los afectados han tenido ya algunas "discusiones" con los operarios y los transportistas, según explican ellos mismos e incluso han mantenido algún encuentro con responsables de los trabajos, "a los que pedimos que firmen un documento por el cual se comprometan a dejarlo todo como estaba antes de las obras, pero no quieren poner nada por escrito". Los residentes señalan que la calle Entrevías "tiene una limitación de paso para vehículos de más de ocho toneladas, pero por aquí están circulando camiones de 50.000 kilos que pasan a diario por encima de una red de alcantarillado que está casi en la superficie y algún ría romperá".

Aseguran que ya han solicitado la presencia de la Policía Local para que levante acta de la situación y "compruebe si hay algún tipo de permiso para los movimiento de tierra que se realizan en la zona".