Tras varios años de obras en el casco urbano, los trabajos para implantar la alta velocidad han llegado ya al "corazón" ferroviario de la ciudad. La estación del tren es ya el escenario de una de las principales actuaciones vinculadas al Eje Atlántico en Pontevedra, con la reforma de su playa de vías y, sobre todo, la ampliación de sus andenes para destinar uno específico al AVE. Los trabajos comenzaron hace unos días y no afectan de forma notable al tráfico normal de la estación, ya que el nuevo andén se levanta al final de las instalaciones actuales, entre la propia terminal y los terrenos del abandonado centro deportivo de A Parda, que ha sido parcialmente ocupado para acometer esta actuación.

Además del andén, el proyecto supone alargar varios metros el pasaje subterráneo que discurre bajo las vías y que enlaza todas las plataformas ferroviarias. Esta fase de las obras es la única que supone molestias para los viajeros, ya que anula parte de las escaleras de acceso, además del polvo que genera en la zona. Las previsiones apuntan a que estos trabajos se prolongarán varios meses, si bien no está previsto que haya más renovaciones en la propia estación, salvo la instalación de una nueva marquesina. Hace unos meses, fuentes oficiales de las empresas adjudicatarias del Eje Atlántico y del propio Ministerio de Fomento confirmaron al Concello que quedaban descartadas actuaciones manejadas en su día como la estación intermodal, la ampliación del aparcamiento exterior, o la remodelación de alguno de sus edificios.

Fomento descarta acometer por su cuenta obras significativas de reforma en el edificio principal, si bien deja en manos de Adif ese apartado, ya que la gestión de las estaciones comerciales corresponde a este administrados de infraestructuras ferroviarias.

La remodelación de la estación se produce después de que se haya puesto en servicio la nueva línea férrea a su paso por el casco urbano, desde la propia terminal hasta las inmediaciones del río Lérez. Durante meses se trabajó en instalar una nueva vía paralela a la vieja (por un itinerario que está a punto de cumplir el medio siglo) y el pasado 16 de febrero comenzó su uso, lo que por un lado permitió restablecer el servicio en el apeadero del campus y, por otro, supuso abandonar los viejos raíles, que ya han sido eliminados en todo el trazado que discurre desde la plataforma de Joaquín Costa hasta unos metros antes del nuevo puente de Monte Porreiro. Por el momento aún se utiliza el viejo viaducto y el túnel colindante, a la espera de concluir el acondicionamiento del nuevo.

Al margen de esta actuación, las principales obras pendientes en el casco urbano son la instalación de la segunda vía (por el itinerario de la antigua pero adaptado al AVE) y la instalación del falso túnel ante el barrio de A Seca, así como completar el trazado hacia el Sur, de modo que conecte con la doble vía, ya instalada hace meses, por Salcedo, Tomeza, Vilaboa y Pontesampaio.