"Eu dou o mellor cando pinto, entrégome ata doer, logo quedo deshabitado". Es una de las frases del pintor Celso Varela que acompañan a la exposición "Briallos Paradiso" inaugurada ayer en el Sexto Edificio del Museo, una ventana a su obra del último lustro que, reconoce el autor, no es una antológica ni una retrospectiva sino "mi transición a la madurez".

Una evolución que se proyecta en medio centenar de obras de medio y gran formato en las que la aldea natal del artista, sus paisajes y personajes, son los gran protagonistas. El retrato, por momentos hierático, el paisaje vivido o recreado y las naturalezas muertas sirven a Celso Varela para ofrecer su visión de Briallos, en Portas, de nuevo con una técnica personalísima y basada en gran medida en el impulso y la fusión de expresionismo, abstracción y arte figurativo.

El conselleiro de Cultura, Xesús Vázquez Abad, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, acompañaron ayer al pintor y al comisario de la exposición, el crítico de arte Tomás Paredes, en la primera visita a la muestra. Con ellos, José Manuel Leonardo de Sá, responsable de la galería parisina Leonardo, y numerosos aficionados al arte que se sumarían durante la tarde a la inauguración oficial numerosos aficionados al arte y creadores.

Si Louzán avanzó que "2013 será un año importante en el que muchos artistas de Pontevedra tendrán aquí una plataforma de lanzamiento" y señaló al Museo Provincial como "el más importante de Galicia en metros, ubicación y espacio", el conselleiro de Cultura incidió en que el Sexto Edificio es "una obra esperada por todos los pontevedreses y todos los gallegos, hoy hay una conjugación perfecta entre la obra de Celso Varela, el comisariado y el catálogo de la exposición", una armonización para recrear ese lugar del paraíso del que el espectador advierte que nunca podrá ser expulsado.