Una caída en el número de visitantes (del 3,4%), en el de pernoctaciones (un 8,9%), en la tasa de ocupación hotelera (de 11 puntos), unas estancias más breves (de 2,3 días de media) y un gasto medio a la baja durante el pasado año tejen las mimbres de la crisis que atraviesa el turismo en la provincia,un sector que aspira a ser estratégico y que a pesar de las dificultades que atraviesa supone ya el 12% del PIB de Pontevedra.

Es un sector que aglutina al 38% de las empresas radicadas en la provincia (hoteles, alojamientos, establecimientos hosteleros, de restauración, firmas relacionadas con el ocio, de formación de monitores de tiempo libre, etc.) y que da empleo a más de 40.000 personas.

Con este bagaje a sus espaldas y con el objetivo de invertir la tendencia, Pontevedra acude a la Feria Internacional de Turismo, Fitur, de la mano del Patronato Rías Baixas que instalará un stand propio en Madrid bajo el paraguas de Tourgalicia.

Un total de 1.014.074 personas eligieron la provincia como destino vacacional durante el 2012, según los datos recogidos por el Observatorio de Turismo Rías Baixas. Fueron 35.921 menos que el año anterior cuando más de un millón de visitantes habían convertido a Pontevedra y de manera específica a las Rías Baixas en el séptimo destino turístico de toda España, de acuerdo con el ránking que fija periódicamente el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aún así las pernoctaciones superaron la cifra de 2,5 millones.

Fuentes del sector reconocen que el 2012 fue "un mal año" lo que queda en evidencia con una tasa de ocupación en los establecimientos hoteleros de la provincia del 30,65%, frente a un 41,68% del año anterior.

El descenso es más significativo si cabe si se toma como referencia el tercer trimestre del año (de julio a septiembre), el período vacacional por antonomasia en el país, en donde si bien el grado de ocupación media se situó trece puntos por encima de la media anual, un 43,8%, sin embaro implicó un desplome de más de diecisiete puntos respecto al mismo trimestre del 2011, cuando con una crisis acumulada de tres años se registró una ocupación media en los hoteles y alojamientos de la provincia del 61,15%.

Estancias más cortas

La caída "casi de vértigo"en la tasa de ocupación tiene que ver con el descenso de visitantes pero sobre todo con la reducción de la duración de la estancia. Los visitantes que llegan a la provincia permanecen poco más de dos días en el punto elegido frente a los casi cinco días de media que se registraba hace tan solo cuatro años. En un caso y en otro es mayoritariamente turismo nacional, más del 82% de los visitantes frente a un 17,5% de origen extranjero.

Si entre los turistas nacionales se mantiene el predominio de visitantes de otros puntos de Galicia y aumenta el número de los originarios de las comunidades limítrofes: Asturias, Castilla-León y como siempre de Madrid; en el caso de los visitantes extranjeros la proximidad ha dejado de ser determinante. Porcentajes de hasta un 90% de turistas portugueses han pasado a la historia -la crisis va un paso por delante en el país vecino- mientras que los ciudadanos de otros países europeos como Francia, Alemania e Italia empiezan a ser visitantes habituales de la Rías Baixas.

Sin perder de vista el hecho de que el turismo de proximidad es mayoritario en la provincia, y en consecuencia los visitantes llegan a su destino en vehículo propio, el Observatorio Provincial de Turismo cuantifica la llegada de viajeros (turistas o no) que llegan a las Rías Baixas en transporte colectivo: barco, avión o autobus.

Los grandes cruceros son una apuesta de los empresarios y responsables políticos de Turismo de Galicia que tratan de consolidar a Vigo como escala de las rutas internacionales. En este sentido el pasado año, se recibieron en las Rías Baixas a 238.561 cruceristas, que aunque fueron un 5% menos que los de 2011se mantienen como una clientela con una potencialidad de crecimiento exponencial.

Más importante fue la pérdida de pasajeros del aeropuerto de Vigo al que llegaron en 2012 un total de 828.720 personas, 143.422 menos que el año anterior o lo que es lo mismo un 14,7% menos. El encarecimiento de las tasa aeroportuarias, una oferta limitada y una competencia exitosa del aeropuerto de Oporto (Portugal) explican la caída.

Por último los autobuses también perdieron clientela en el último año. Fueron 55.468 pasajeros los llegados a las terminales de Pontevedra y Vigo el pasado año frente a los 62.663 que lo habían hecho en el 2011.