"Cuando empezamos, todo era rechazo y desconocimiento hacia el mundo de las setas", explica Catalina Fernández de Ana, gerente y fundadora de Hifas da Terra, compañía que fue distinguida ayer por unanimidad con el premio Cidade de Pontevedra en el epígrafe de persona jurídica.

Sin embargo, y a pesar de esta oposición y desconocimiento inicial, lo cierto es que esta iniciativa vanguardista e innovadora por la biotecnología aplicada a la producción ecológica de setas y sus derivados no deja de cosechar éxitos en sus apenas 14 años de vida. Desde complementos nutricionales, chocolates o jarabes a plantas de castaño o pino con hongos incorporados a sus raíces para que beneficien sus crecimiento pasando por el kits de cultivo con los que cada usuario puede llegar a cultivar hongos en su propia casa. Y todo de forma natural y ecológica. "Se trata de nuestra forma de vida. Todo lo que comemos y producimos es ecológico", reconoce Fernández, quien destaca la coherencia de su compañía, ya que, desde en un primer momento, siempre apostó por el sello ecológico, "incluso cuando nadie conocía ni entendía qué significaba".

En este sentido, la plantilla de Hifas da Terra está compuesta por biólogos, técnicos de recursos naturales e ingenieros Forestales y de Montes. "Somos expertos micológicos, no sólo empresarios, únicamente con esta especialización se puede explicar a la sociedad qué se puede hacer con las setas", subraya Fernández.

Además del reconocimiento obtenido ayer, la firma pontevedresa con sede en Bora ya fue merecedora del I Premio Joven Empresario del Año en Galicia en 2010, un reconocimiento social que va acompañado de unos altos índices de crecimiento y una expansión que ha llevado a Hifas da Terra a comercializar sus productos fuera de nuestras fronteras. "Queremos dar a conocer el nombre de las setas gallegas en todo el mundo", apunta la fundadora.

Setas "anticrisis"

Aunque la compañía inició su actividad en 1999, no fue hasta 2007 cuando la firma pontevedresa comenzó a generar y a promocionar sus productos, un año antes de que comenzara la crisis económica y, sin embargo, Hifas da Terra no ha hecho más que crecer.

"No sabemos cómo sería nuestra empresa si no hubiera habido crisis. Tuvimos unos altos índices de crecimiento porque durante los primeros siete años de vida nos dedicamos a investigar. Sin crisis, igual habríamos crecido mucho más", comenta Fernández.

De cara al futuro, la gerente reconoce que del mundo micológico queda "todo por descubrir". A nivel empresarial, el objetivo está más delimitado: "Que cualquier ciudadano del mundo pueda probar nuestras setas".