Una delegación del Defensor del Pueblo se desplazó al centro penitenciario de A Lama para inspeccionar varias dependencias, entre ellas el módulo de Aislamiento, y entrevistarse con varios internos del penal, lo que hicieron cara a cara, sin la presencia de testigos. La visita, la primera de estas características, se produjo a finales del mes de noviembre y durante al menos dos días los representantes de la institución que dirige Soledad Becerril permanecieron en la prisión pontevedresa. La llegada de la delegación del Defensor del Pueblo se produjo a instancias de parte y sus conclusiones serán comunicadas, en tiempo y forma, a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.

No es la primera vez que la prisión de A Lama, pionera en la apuesta por los módulos terapéuticos y convivenciales, es objeto de interés del Defensor del Pueblo, de hecho ya preocupó en su día a esta institución tuteladora de los derechos fundamentales y libertades públicas de los ciudadanos, por el inusual número de muertes por sobredosis de droga registrado en la cárcel provincial y atendió quejas de malos tratos y trato vejatorio presentadas por internos contra varios funcionarios. Lo que sí es la primera vez es que una delegación inspectora actúe in situ.

La visita de la delegación del Defensor del Pueblo se produce cuatro meses después del nombramiento de Álvaro Nuevo como director de la prisión pontevedresa. Este jurista de León, con una amplia trayectoria profesional en Instituciones Penitenciarias, se ha marcado como prioridad reducir al máximo posible el tráfico de psicotrópicos y sustancias ilegales y el consumo de drogas en el interior de la cárcel de A Lama y expresó nada más incorporarse su alarma por las muertes por sobredosis.

Funcionarios del penal advirtieron hace tres meses de un uso "abusivo" y por tanto "inadecuado" por parte de Nuevo García del artículo 75 sobre limitaciones regimentales que le permite ordenar el aislamiento de presos en aras de la lucha antidroga. Alertaban de que se estaba convirtiendo una medida excepcional, un aislamiento, en una sanción encubierta y "eso no es admisible".

Esta conducta se corrigió, reconocen, pero también creen que no es ajeno a este hecho la visita del Defensor.