El estudio de movilidad de los trabajadores redactado por el SEPE refleja que entre los que no dudan en cambiar de provincia para trabajar predominan los hombres. Son casi el 66% de los personas que dan el paso, en muchos casos arrastrando a su familia, frente a poco más de un 34% de mujeres.

Esta diferenciación por género es extrapolable a la provincia de Pontevedra, de la que parten sobre todo trabajadores en la primera mitad de la treintena, según se deduce de las series estadísticas del citado estudio. La edad media se sitúa en 35 años para ellos y en 32 para ellas.

Este perfil se completa con un formación mayoritaria de estudios secundarios, con excepción de los titulados de FP que tienen más fácil, aún en plena crisis, encontrar trabajo en su entorno más inmediato. Aún así la tasa de movilidad más alta se da en el grupo de trabajadores con formación superior y entre los clasificados como "sin estudios".