De sobra es conocida la vinculación de Marín con la Armada, pues se va a cumplir un siglo desde aquel 15 de noviembre de 1916 en que se creó la Base Naval de Marín merced al llamado "Plan Miranda", mucho ha llovido ya sobre esta ininterrumpida relación de nuestra villa con la Armada española, pues una centuria da para mucho y ha dejado indeleble huella en nuestra villa. Por ello la Armada española está unida a nuestra historia y forma parte inseparable de nuestro progreso y desarrollo.

Y en una relación tan íntima y duradera siempre hay quien discrepa porque le gustaría que fuese de otra forma, ya que cada cual tiene su manera de ver los hechos, pero el motivo de este pequeño comentario no es otro que el de salir al paso de un artículo publicado recientemente en el que se manifestaba la opinión de que la Escuela Naval Militar, próxima a cumplir su setenta aniversario en nuestra villa, deberían desmantelarla y abandonar sus actuales instalaciones en virtud de una hipotética mejora para nuestra villa, y ello basado en unos argumentos que son falsos y carentes de toda realidad, abriendo un debate estéril y ficticio sobre la permanencia en nuestra villa del primer centro docente de la Armada española ya zanjado en otras ocasiones. Los argumentos que se exponen demuestran una supina ignorancia sobre la realidad y una, si cabe, mayor ignorancia sobre nuestra historia.

Se afirma rotundamente que la E.N.M. ya no es el centro importante de la Armada y tampoco reporta para Marín lo de tiempos atrás, y por el que hemos pagado una elevada factura. Nada más lejos de la realidad. La Escuela Naval Militar sigue siendo el primer centro docente de nuestra Armada y ahora, si cabe, más importante por pasar a constituir el octavo Campus Universitario de Galicia, donde estudian cientos de alumnos, que en una gran parte viven en pisos de la ciudad, lo que reporta un valor añadido a la paupérrima economía marinense. Actualmente trabajan cuatrocientas personas, que viven en nuestra villa lo que supone un ingreso de más de seiscientos mil euros mensuales, sin contar otros gastos de la propia dependencia como obras de mantenimiento, suministros, compras, etc. Por lo tanto también hoy supone un pilar importante de nuestra economía doméstica. Se afirma también que la Escuela nos impide ver el mar, cosa incierta porque durante cuarenta años estuvimos viendo y disfrutando de nuestra mar, y ya estaba ahí. Es inexacto que fueran nuestros mejores terrenos, porque en un primer momento era un monte peñascoso sin ninguna utilidad, y fue comprado a sus legítimos propietarios.

Por todo ello la inmensa mayoría de marinenses seguimos pensando que la Escuela Naval Militar ha contribuido y contribuye a la difusión y el conocimiento de Marín por todo el mundo, que participa decisivamente en el desarrollo y progreso de nuestra villa en todos los órdenes y que colabora incondicionalmente con los marinenses y con sus sociedades tanto culturales, deportivas y religiosas y que sus miembros fueron y son personas activas que contribuyen al desarrollo social de Marín como ocurrió con el Liceo Casino, Club Marín, Club San Miguel, Santa Cecilia, Club Ciclista, etc. etc., aportando sus conocimientos y su entera y total colaboración. Por ello no solo no queremos que algún día se vaya, sino que debería aumentar su contenido con otras escuelas sobre todo de oficiales y suboficiales de la Armada. Otra cosa es estudiar las posibilidades para una más estrecha y fructifera convivencia.