Las castañas forman parte de la dieta humana desde el Paleolítico, si bien fueron los pueblos celtas y posteriormente los romanos quienes más basaron su alimentación en este fruto rico en hidratos de carbono, lo que las equipara por ejemplo al pan.

Ello explica que en Galicia constituyesen durante siglos un alimento básico y que grandes extensiones del país estuviesen cubiertos por los soutos, los hermosos bosques de castaños (uno de los árboles sagrados de los celtas) que, además de sus frutos, aportaban a las aldeas madera y, en zonas como el de Val de Lemos, también setas.

"Dentro de la recuperación y promoción de nuestra cultura, celebramos nuestro magosto, donde la castaña recupera la importancia que el maíz y la patata le fueron arrebatando en los últimos siglos", indican los vecinos de Eduardo Pondal.

Estos fueron algunos de los residentes en la comarca que aprovecharon la jornada de ayer para asar castañas (en este caso el magosto se celebró en la plaza de A Curtidoira) y disfrutar de un día de encuentro.

También los vecinos de O Burgo celebraron su magosto popular que tuvo lugar en el local de la calle de Manuel Murguía y en el que colaboraron los residentes en el barrio.

En el caso de la parroquia de Tomeza, la degustación tuvo lugar en el Colegio Infantil Lusquiños y estuvo precedida por un taller de calabazas para niños.

Por su parte, los socios de la Cultural y Deportiva de Campañó se encontrarán estar tarde en el campo de la fiesta de Cabaleiro para dar buena cuenta de las castañas asadas.