La reubicación del área que la Brilat emplea para maniobras fue otro de los puntos en los que más hincapié hicieron desde las comunidades de montes. Los mandatarios militares estiman que para estas labores se precisan entre 140 o 150 hectáreas. Y Salcedo reclama que se "liberen totalmente" 80 que están ubicadas en esta parroquia, la que asume mayor presencia del Ejército en este sentido. Por ello el propósito que se abordó ayer y en el que todos los implicados están de acuerdo es el de trasladar a montes pertenecientes a Vilaboa o Figueirido lo que se precisa para dichas tareas.

"Necesitamos el monte para los vecinos en esas 80 hectáreas próximas a las casas, una franja que tiene que quedar totalmente liberada", expone Pintos. Además, desde las otras comunidades también se ve como algo razonable que al menos parte de la extensión que quede sin uso militar en Salcedo pueda recuperarse en terrenos limítrofes con la base pero en Figueirido y Vilaboa. Los comuneros están a favor de que puedan emplear hectáreas que no afecten a la vida cotidiana de los residentes, pero para ello se tendría que acordar ese canon del que se ha hablado en el encuentro de ayer.

"El general ve razonables nuestros planteamientos porque Salcedo acoge toda esa zona de actividad", concreta Pintos. Además, insiste en la satisfacción por esa confirmación del entendimiento entre todas las partes. "A los comuneros se nos ha demonizado mucho tiempo, pero nunca hemos estado en contra de la Brilat", concluyó Pintos.