El único Parque Nacional gallego comenzó su andadura salpicado por el petróleo del Prestige y ahora cumple su décimo aniversario con una inédita caída de visitantes. Solo la joya de estos archipiélagos protegidos y uno de los principales reclamos turísticos de Galicia, Cíes, pierde más de 12.000.

La isla viguesa registra así el mayor descenso de las cuatro pertenecientes al Parque -Ons, Sálvora y Cortegada-, que en total perdieron hasta el pasado septiembre 21.000 visitas. Para los responsables del territorio insular, y sin menospreciar la crisis económica, este histórico descenso de turistas prueba el "impacto del mal tiempo" de este verano.

"La crisis puede afectar al consumo en los servicios e instalaciones de las islas, pero no tanto a la afluencia. Y el tiempo que haga sí que es un factor clave a la hora de que el público decida viajar hasta los archipiélagos. De hecho, si se analizan las gráficas meteorológicas y las de visitas se puede observar que van parejas".

En efecto, como afirma el director del Parque Nacional, José Antonio Fernández Bouzas, así como hoteles y restaurantes de Vigo y su entorno notaron la influencia del mal tiempo restándoles clientela, su efecto todavía es más acentuado en el público potencial de los archipiélagos.

Para detectar esta tendencia conviene diferenciar dos tramos en la estadística anual de visitantes a las islas del Parque a través de las navieras: entre enero y junio, y desde julio a septiembre. Solo en el primero -incluye Semana Santa-, las islas recibieron este año 43.344 visitas frente a las 58.563 contabilizadas en el mismo periodo del año anterior, es decir, 15.219 menos. "Esto se debe a que en mayo y junio pasados no pudieron ser más nefastos en lo que se refiere a la climatología, mientras que en 2011, estos mismos meses fueron espectaculares, con gente llenando incluso las playas", recuerda Fernández Bouzas.