"Tranquilidad y serenidad. Hay que conocer bien los sistemas y ser conscientes de que vas a ser capaz de reaccionar ante cualquier emergencia", responde Jorge Touza, jefe de la Sexta Escuadrilla de Aeronaves de la Armada Española, cuando se le pregunta sobre qué cualidades debe tener un piloto de helicóptero. En cuanto a las aptitudes física, "hay unos varemos que debemos cumplir para superar el reconocimiento médico que afectan, sobre todo, a la capacidad visual".

Un año más, los alumnos de la Escuela Naval de Marín -en esta ocasión de cuarto curso- realizan unas tres horas de vuelo aproximadas a bordo de las aeronaves de la Sexta Escuadrilla, cuya base está en Rota (Cádiz), y ofrecen la posibilidad de realizar un vuelo -de una hora aproximada- para ver Marín, Bueu, Pontevedra, Poio, Portonovo, Montalvo, Combarro, el lago Castiñeiras o la Illa de Tambo desde un punto de vista poco habitual.

La realización de este curso, considerado un pilar básico para la formación aeronaval de los futuros oficiales de la armada, tiene dos objetivos. En un primer lugar, dar una "ambientación aeronaval a los caballeros alumnos", detalla Touza. En este sentido, a lo largo de los cinco años de carrera se programan embarques en diferentes buques de la flota o visitas a las diversas unidades de la Armada, detalló el jefe de la Sexta Escuadrilla, "con el objetivo de que tengan una visión lo más completa posible del funcionamiento de ésta".

En un segundo término se pretende despertar vocaciones de pilotos entre los oficiales de la Armada. A pesar de esto, Touza reconoce que no tienen problemas para cubrir las plazas que ofertan. "Hay algunas ocasiones que tenemos mucha demanda y otras menos, pero seguimos ocupando las vacantes sin problemas".

Las misiones que llevan a cabo esta escuadrilla de helicópteros de adiestramiento están dirigidas a mantener a sus miembros cualificados. Así pues, las actividades se centran en ofrecer apoyo a las diferentes unidades de la Armada. "Colaboramos en Cartagena con los submarinos, en Rota realizamos calificaciones operativas de los buques y en Ferrol con patrulleros", enumera Touza, que resalta la importancia que tiene que las diferentes unidades de la Armada tengan un adiestramiento aeronaval.

Asi pues, además de esta labor formativa, misiones antiaéreas, antisubmarinas, en unidades aéreas embarcadas, de apoyo a la escuela de dotaciones aeronavales y las de apoyo a la Infantería de Marina completan la lista de funciones de estas aeronaves.

Esta edición de prácticas de vuelo se realizan en helicópteros que poseen un sistema "sencillo", que facilitan sus movimientos y que están en su último tercio de vida. Los procedimientos de mantenimiento son mucho más estrictos que en el caso de aparatos civiles, por ello se puede prolongar mucho más la vida de éstos. "A estos modelos les quedan unos cinco o seis años más", vaticina el capitán.

Recortes

Los recortes económicos que se están produciendo en todos los ámbitos de la sociedad también están afectando a esta escuadrilla de helicópteros.

"La realidad es que el Ministerio de Defensa comenzó a recortar presupuesto en 2008, momento en el que se empezaron a reducir el número de horas de vuelos", reconoce Touza. Esta bajada del presupuesto gradual -fue uno de los primeros ministerios que empezó a reducir el gasto- ha propiciado que no fuera un proceso brusco."Nos hemos ido adaptando poco a poco", concluye el jefe de la escuadrilla.