Manuel Ferro, un vecino de Mesego, en el término municipal de Cuntis, denunció ayer ante los agentes de la Guardia Civil de A Estrada y efectivos del Seprona los reiterados daños que sufre en su explotación de ganado de carne en extensivo, -situado en un entorno limítrofe entre los municipios estradense y cuntiense- ocasionados por ganado que pasta en libertad. Ferro aseguró que se plantea echar el cierre a su explotación por no dar sufragado los gastos que estos animales le ocasionan.

Según explicó, durante la mañana de ayer, una manada de caballos sueltos entraron en sus terrenos causando desperfectos en la valla y en sus frutales. Ferro afirmó que lleva más de cuatro años denunciando este tipo de sucesos y sufriéndolos toda la vida. Relata que son muchos los afectados en Mesego y que incluso han interpuesto una denuncia conjunta pero no ha fructificado. Como aseguró el propio afectado, si los daños no superan los 300 euros, se archiva directamente. Afirmó que no hay forma de demostrar la cuantía económica exacta de los desperfectos, a lo que añade que, al suceder de forma reiterada, las pérdidas se van sumando.

Asimismo, comentó que los daños no solo son materiales, ya que al contar en su explotación con machos, si estos montan a alguna de las vacas que entran en su finca le pueden transmitir enfermedades a su ganado, ya que sus reses están saneadas y desconoce la procedencia de las otras. Además, incide en que no solo sufren estas actuaciones su explotación ganadera y otras fincas cercanas sino que también las zonas públicas de la aldea, caso del parque infantil.

Manuel Ferro consideró que no se debería permitir que los animales pasten en libertad sin ningún tipo de control. "Los ganaderos tenemos que hacer guardias en nuestras propiedades para evitar que entren en ellas y mientras tanto sus dueños se van a la playa, por ejemplo" aseguró. Además, añadió: "estas incursiones nos suponen más carga de trabajo a los ganaderos, ya que yo ahora tengo que rehacer la valla y mientras tanto vigilar el ganado para que no se escape".

Se suceden las incursiones y las denuncias

Este ganadero de Mesego aseguró ayer haber sufrido durante los últimos años las constantes intrusiones de los animales que pastan en libertad en sus terrenos, ocasionándole numerosos desperfectos, que se traducen en numerosas pérdidas económicas.

A pesar de que durante los últimos cuatro años se suceden las denuncias por parte del afectado,estas nunca fructifican, ya sea porque se archivan o porque quedan relegadas a un segundo plano. La situación es crítica para Ferro, que ya que se plantea cerrar la explotación por no poder hacer frente a los daños. Pero, además, asegura que tiene que soportar numerosas "amenazas" por parte de los dueños de estos animales. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre, Ferro dice haber sufrido otra incursión de caballos en sus propiedades y, a fin de evitar más daños de los que ya habían ocasionado en el silo que tenía almacenado en la finca y en la valla, decidió encerrarlos. Esa misma noche, el supuesto dueño entró -siempre según la versión de este ganadero- en su propiedad para liberar a los equinos.

Los propietarios de explotaciones agrarias en esta situación están prácticamente indefensos, ya que lo único que pueden hacer es capturar los animales y comunicárselo posteriormente al ayuntamiento, para que publique un bando que anuncia que si en 15 días no aparece el dueño de los animales, éstos se subastan. Ferro consideró que "a los únicos que ampara la ley es a los dueños de estos animales, que mantiene al ganado a cuenta de los pastos de los vecinos y luego, a la hora de venderlos, recogen los beneficios".