La pérdida del poder adquisitivo de los dos últimos años sitúa a los salarios de los trabajadores del comercio de la comarca en el nivel de 2007. Una pérdida que se asocia a la no actualización de las nóminas o un ligero incremento de las mismas, siempre por debajo del IPC, y al paralelo aumento tarifario de los recibos. A partir del 1 de septiembre, al igual que ocurrirá en todos los hogares del país, la subida del IVA hará un poco más difícil llegar a final de mes.

La estimación es de la Federación de Comercio y Hostelería de UGT- Pontevedra en donde informan que en la capital y su comarca son alrededor de 10.000 las personas con empleos vinculados al comercio y más de 25.000 si se toma como referencia el conjunto de la provincia. Son trabajadores, explican fuentes sindicales, con un salario que ronda, con pequeñas oscilaciones, los 800 euros brutos al mes. Así un empleado del subsector comercial de los bazares y artículos de regalo percibe 792 euros mensuales y uno que trabaje en atención al público en una tienda de ropa, 896 euros.

Estos subsectores son esgrimidos por UGT para cuantificar, a modo de ejemplo, lo que supone de pérdida de ingresos la no actualización del salario del último año: para un empleado de un bazar 511 euros (37 euros mensuales) y para el de una tienda de ropa, 559 (40 euros cada mes).

La situación camina hacia la “cronificación” advierten desde este sindicato, habida cuenta que diez de los once convenios provinciales relacionados con el comercio - la excepción es el venta de materiales de construcción y saneamiento - están sin firmar desde hace uno o dos años lo que supone, entre otras cosas, una congelación salarial. Además no hay visos de que las mesas negociadoras, según los casos, se vayan a reunir o a constituirse.

Más del 90% de los comercios locales son pymes (en muchos casos familiares) o están regidos por autónomos y tienen una plantilla de uno, dos o tres trabajadores por lo que la ausencia de un convenio marco lleva “en demasiados casos las disputas laborales al terreno personal lo que no es bueno para ninguna de las dos partes” señalan fuentes sindicales.

La inminente subida del IVA es vista, por unos y otros, como una amenaza “grave” a la continuidad de la actividad por lo que instan al Gobierno la adopción de medidas compensatorias que favorezcan el consumo.

Temen una oleada de despidos por la subida del IVA

Los trabajadores del entramado comercial y de servicios local temen que la próxima subida del IVA ahonde en la caída del consumo y en consecuencia acabe desencadenando una oleada de despidos, ante la imposibilidad de que las pymes en las que están integrados puedan afrontar gastos.

“Si hay que reducir costes me echarán a mí antes de a la hija del jefe” apunta una empleada de una tienda de complementos de la ciudad, consciente de la fuerte caída de ventas que registraron en el último año. “La jefa (autónoma) lleva tres meses sin cobrar y yo no he cobrado la extra, así que si no vendemos... blanco y en botella, vamos” añade este dependienta.

30% en peluquerías

Un subsector que sí ha cuantificado el posible impacto laboral de la subida del IVA es el de la peluquería, cuya asociación provincial ha hecho una estimación que cifra en el 30% la pérdida de puestos de trabajo que acarreará el alza de la tasa impositiva.

Para expresar su rechazo a la medida y advertir de las consecuencias económicas y laborales que traerá la generalización del IVA en el 21% se han manifestado ya en tres ocasiones por el centro de la ciudad.