Hay que tener el valor de decir la verdad, aunque duela más de lo que esperamos, porque no es cualquier cosa: hablamos nada menos que de la verdad. Celso García de la Riega era depositario de una educación clásica, un funcionario enamorado de la historia que había publicado en numerosos periódicos y que en aquel diciembre de 1898 era ya todo un personaje: ex secretario del Gobierno Civil en La Habana, había ejercido como jefe de negociado del Ministerio de Ultramar, de Hacienda, como diputado liberal a Cortes o Cambados y hasta como gobernador civil de León.

Unos meses antes, su gran amigo Carmelo Castiñeiras, secretario de la Sociedad Arqueológica, le había dado una gran sorpresa: encontró documentos antiguos en los que aparecían los apellidos Colón y Fonterosa (paterno y materno de Cristóbal Colón) y se los llevó la tertulia que compartían con Casto Sampedro y otros intelectuales de Pontevedra, entre ellos Muruais.

Castiñeiras avivó un viejo recuerdo de De la Riega, que en el prólogo de "Colón, Español", escribe: "En 1892 mi difunto tío Don Luis de la Riega, correspondiente de la Academia de la Histoira, cultísimo escritor y poeta, publicó un notable libro.... En sus páginas está el primer móvil de mis investigaciones acerca de los apellidos Colón y Fonterosa: la mención de una escrtura de aforamiento hecho a principios del siglo XVI por el monasterio de Poyo, a favor de Juan de Colón y su mujer Constanza. En un cartulario, que adquirí en 1879, leí otro aformamiento por el Concejo del mismo pueblo, en 1496, de un terreno al que designa como uno de sus límites la heredad de Cristobo Colón, en el mismo carturaliro aparece otro aforamiento en e l que consta el nombre de María Fonterosa".

Animado por estos descubrimientos y tras años de investigaciones, De la Riega respondió a la petición de la Junta de la Sociedad Arqueológica de Madrid y el 20 de diembre de 1898 pronunció una conferencia histórica.

Su teoría (reunida posteriormente en el libro Colón español. Su origen y patria) es aún hoy la más sólida y depurada de cuantas se han elaborado sobre el mítico navengante.

Más allá de militancias quijotescas, sus argumentos son irrefutables: numerosos documentos que hablan de ventas, foros y alquileres de una familia Colón de A Puntada en Poio (la única que en toda Europa contaba con ese apellido, y no en las versiones Colom, Collom o Columbus) o, sin ir más lejos, la lengua utilizada por el almirante.

Foi, estes, facer, faz, forno, forza, onde, perigos, porén, posto que, sede, ventar, vento, alá... Son algunas de las expresiones en gallego (ni en castellano ni en portugués) que escribe el navegante.

Al legar a América, va bautizanto las costas que encuentra a su paso con topónimos de la ría de Pontevedra. ¿El primero? Por supuesto San Salvador, el patrón de su parroquia (San salvador de Poio), pero también Punta Lanzada, Porto Santo, Onza, Moa...Decenas de nombres de las rías de Pontevedra y Arousa que solo podría conocer un verdadero entendido.

Pero es que De la Riega había ido más allá: había concluído a partir de las tesis de Fernández de Oviedo de 1535 que la nao La Gallega, dedicada a Santa María, había salido de los astilleros de Pontevedra, algo que el erudito pontevedrés demuestra documentalmente.

Su tesis fue recibida con el lógico entusiasmo y especialistas de todo el mundo suscriben las teorías de De la Riega. De hecho, sus contrincantes esperarían hasta años después de su muerte para escudarse en la manipulación de documentos (probaron la intervención en 3 de los 8 analizados por el erudito) y acusarlo de falsario, mentiroso...

Fue una verguenza en la España de la época, un escarnio que traumatizaría a la familia durante décadas, tanto que ni el nieto de De la Riega autorizó que se abriesen sus documentos.

De nada valió que otros investigadores (caso de Philipot o Rodrigo Cota) aportasen nuevos documentos que probaban la teoría, hubo que esperar a la cuarta generación para que el legado de uno de los eruditos más visionarios de Galicia sea observado con una nueva óptica.

Será a partir del próximo día 30, cuando la familia abra el legado inédito de De la Riega en un acto público organizado por la Asociación Cristobal Colón Galego. Celso García de la Riega, un paso más para reescribir la historia y probar el verdadero origen de Colón, convencidos de que no hablamos de cualquier cosa, hablamos de la verdad.