Una auténtica huerta urbana pero de marihuana. Esto es lo que se encontró la Policía Local de Pontevedra cuando acudió a un inmueble de la calle San Nicolás, en pleno centro histórico, para realizar las oportunas comprobaciones de seguridad a consecuencia de una alerta por un escape de gas.

Ocurrió el pasado martes cuando se recibió una llamada en la centralita de la Jefatura alertando de un fuerte olor a gas en esta calle de la Zona Monumental. Una vez en el punto, los agentes comprobaron que, efectivamente, hay un elevado olor a gas y se requirió la presencia de los bomberos de Pontevedra que tras diversas comprobaciones determinaron que el origen del olor es un bajo de unos de los inmuebles de esta calle. Ante el peligro que pudiera suponer un escape, los efectivos de la Policía Local accedieron al mismo para realizar las oportunas comprobaciones de seguridad y para su sorpresa en el interior se encontraron con toda una plantación de marihuana, concretamente 145 plantas en distintas fases de crecimiento. También localizaron 178 gramos de hoja seca de esta droga y 339 gramos de flor de marihuana, más conocidos como "cogollos" que se destinan habitualmente al consumo, así como 50 pastillas de metadona. También localizaron útiles para el pesaje, manipulación y envasado de la droga.

Por último, los agentes de la Policía Local también intervinieron dentro de este local una pistola del calibre 8 milímetros inutilizada, con el cañón perforado sin posibilidad de disparar fuego real pero sí detonar cartuchos de fogueo, con su correspondiente cargador y tres cartuchos detonadores.

Manipuló una bombona

La Policía Local imputó al responsable del bajo por un presunto delito contra la salud pública. La droga y el resto de efectos incautados fueron puestos a disposición del juzgado de guardia. Una vez que los bomberos terminaron la inspección concluyeron que el origen de la misma estaba en que, el responsable de dicho local intentara quitar la válvula de seguridad de una bombona de butano en el interior del establecimiento, liberando los gases odorizantes que se añaden al butano como medida de seguridad para que se puedan percibir posibles fugas.