Las viviendas militares de Campolongo y Mollabao, pendientes desde hace años de que se defina su situación urbanística y puedan incorporarse al mercado libre, volverán a protagonizar nuevas negociaciones entre el Ministerio de Defensa y el Concello con el fin de resolver un plan urbanístico propio que se demora desde hace más de una década. Los nuevos responsables del servicio del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) han contactado de nuevo con el gobierno local, por vez primera desde el cambio ministerial, con el fin de retomar un convenio que ya se daba por cerrado en el verano pasado.

Sin embargo, Defensa ha decidido emprender actuaciones de mejora en parte de esos inmuebles, en especial en los más emblemáticos: las torres de viviendas de la calle General Rubín diseñadas por el arquitecto José Bar Boo. Para ello, ha licitado un proyecto de más de 235.000 euros con el fin de rehabilitar las fachadas de los edificios números 20 y 24 de la citada calle, inmuebles que pese a su singularidad arquitectónica carecen de protección urbanística.

Uno de los aspectos de las negociaciones entre Defensa y la Xunta es ceder al concello los viales de esa urbanización, unas calles ahora de uso exclusivo de los residentes, de ahí que en el proyecto de mejora se aclare que se ubican "dentro de un complejo militar privado" que evita solicitar permisos para colocar andamios y almacenar materiales.

En pleno proceso de licitación de estas obras, que durarían cuatro meses, el Invied pretende cerrar de una vez por todas el futuro urbanístico de este complejo y de sus demás propiedades en la ciudad. Ya en julio de 2011 Defensa y el Concello daban por cerrado un acuerdo urbanístico que permitía recalificar unas 250 viviendas militares en la ciudad, lo que implica la opción de sacar este parque inmobiliario al mercado libre. Pero el acuerdo aún tendría que plasmarse en un convenio que no llegó a firmarse y las elecciones generales de noviembre y su resultado frustraron la firma.

La espera ha durado hasta ahora, toda vez que los nuevos responsables del Invied han contactado con el Concello para retomar aquel convenio, que se respetaría en su mayor parte. Se trata de un asunto que se arrastra desde hace años, hasta el punto de que el Concello ya elaboró en su día una modificación del Plan Xeral que incluso dispone de un primer informa favorable de la Xunta. Además de la recalificación de los propios inmuebles ya existentes, el convenio otorga a Defensa la posibilidad de construir tres inmuebles más, con capacidad para medio centenar de viviendas y que se emplazarían con frente a la Rúa da Tablada. Las previsiones que manejaba en el verano pasado el Invied apuntaban a que en un plazo máximo de dos años, una vez rematada toda la tramitación urbanística aún pendiente, se podrían sacar al mercado inmobiliario esas 250 viviendas militares, dando preferencia a las personas que ya las ocupan en régimen de alquiler. No obstante, este calendario ya ha quedado trastocado.

De acuerdo con el convenio, el primer ámbito está situado entre las calles Fernández Ladreda y General Rubín, también delimitado por las calles Tablada y Sebastián González García Paz. Se trata del polígono situado frente a las sedes de la Xunta y la Agencia Tributaria en Campolongo y donde también se levanta la residencia militar. Cuenta con 24.229 metros cuadrados. La segunda finca, denominada "Mollabao Norte), está entre Rosalía de Castro y Manuel del Palacio, con una superficie de 5.373 metros cuadrados, donde existen varias viviendas adosadas, abandonadas y tapiadas. En su ligar está previsto levantar un edificio de varias plantas para abrir al público el solar trasero.

En General Rubín se plantea la modificación del uso residencial actual, vinculado al Patronato de Casas Militares, por un uso residencial colectivo intensivo de acuerdo con la edificabilidad que otorga el PGOU. Se autoriza la ejecución de dos edificios con altura máxima de siete plantas y se reajustarán las alineaciones y rasantes de la rúa a Tablada, de modo que se pueda abrir un vial entre esta calle y Fernández Ladreda. Además, sería posible ejecutar un aparcamiento subterráneo y todos sus viales y zonas verdes pasarían a manos municipales.

Un aparcamiento y solares para dos nuevos edificios

En noviembre de 2010 Urbanismo de la Xunta daba su autorización al viejo proyecto municipal para recalificar estas viviendas militares, una propuesta iniciada hace más de una década años con el objetivo de abrir al público esas dos zonas y, sobre todo, suprimir su carácter castrense. El informe de la Xunta aceptaba la reordenación municipal, aunque con algunos ajustes y modificaciones "asumibles" que "implican una mejor ordenación urbanística y un aumento de los espacios libres públicos".

La propuesta aceptada por la Xunta planteaba que las viviendas militares emplazadas en Campolongo y en Rosalía de Castro pierdan su carácter castrense, por lo que podrían venderse en el mercado libre. Además, se refleja la construcción de dos nuevos edificios, en solares ya previstos para ello en la rúa da Tablada, y un aparcamiento para residentes en General Rubín. Además, en Rosalía de Castro, donde existen dos chalés abandonados desde hace años, se reemplazarían ambas viviendas por un edificio colectivo. A cambio, el concello se haría con la titularidad de todos los espacios libres de ambos ámbitos, así como un local de 479 metros cuadrados en Fernández Ladreda.

Paralelamente, se "amplía y abre al público un vial desde A Tablada hasta Fernández Ladreda" y se propone "la creación de un aparcamiento en el subsuelo para residentes". Además, el concello asumiría la titularidad de todos los espacios libres, vicario y zonas verdes, que suman 9.846 metros cuadrados, así como la cesión de "dos viviendas en planta baja y el semisótano inmediato" que suman 480 metros cuadrados más.

Estos detalles parecen ser asumidos por la nueva administración central, aunque habrá "cambios de redacción" en el convenio y se reestudiará la ubicación del local de cesión municipal, según el Concello.