Las estadísticas de siniestralidad viaria durante 2011 realizadas por la Policía Local y hechas públicas ayer, han servido al gobierno local, y a la propia jefatura de la plantilla, para destacar la eficacia de las medidas de calmado del tráfico aplicadas en el casco urbano en los últimos años y, en especial, la extensión a todas las calles de la ciudad del límite de velocidad de 30 kilómetros por hora, una medida que se aplica en la ciudad desde septiembre de 2010 y que acaba de entrar en vigor también para las vías municipales del rural.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Carmen Da Silva, acompañada del intendente jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle, aprovechó la presentación de la memoria del cuerpo del pasado año para subrayar que "las medidas de calmado del tráfico ponen de manifiesto su eficacia", tanto en la reducción de la cantidad de accidentes en la ciudad como en el número y gravedad de los heridos.

Según los datos de la Policía Local, durante el año previo a la entrada en vigor del límite de 30 km/h (entre septiembre de 2009 y agosto de 2010) se habían producido 167 lesionados, quince de ellos graves, mientras que en los doce meses siguientes hubo 113 heridos, de los que once necesitaron asistencia hospitalaria. Todo ello supone una caída del 32% en el número de siniestros con heridos en ese periodo concreto. No obstante, este positivo balance quedó empañado en febrero de 2011 por el fallecimiento, atropellado, de un hombre de 82 años en el puente de los Tirantes.

A lo largo de 2011 en todo su ámbito de actuación la Policía Local intervino en 826 siniestros circulatorios, de los que 703 (un 85%) se saldaron solo con daños materiales, frente a los 713 del año anterior, mientras que en nueve hubo heridos graves (17 en 2010), en 113 los lesionados fueron leves (frente a 138) y en un caso hubo un muerto, el ya citado de febrero, mientras que en 2010 no hubo ninguno en todo el casco urbano. Con estos datos, la Policía Local destaca que "con relación al año 2010 desciende un 20,5% el número total de accidentes con heridos, de 155 a 123; baja también un 47% el número de accidentes con lesionados que necesitaron asistencia hospitalaria, y un 18% aquellos siniestros en los que no fue precisa esa asistencia".

En cuanto a los atropellos, el tipo de accidente en el que las víctimas registran lesiones más graves, la memoria de la Policía Local señala que el pasado año hubo 50 casos, un número similar a los de ejercicios anteriores, con 39 heridos leves, seis graves y el fallecido ya comentado. Daniel Macenlle comentó sobre este apartado que las medidas para atemperar la velocidad puede que no reduzcan el número de atropellos pero "si minimizan sus efectos lesivos, ya que a 60 kilómetros por hora un atropello suele ser mortal, pero a 30 es de menos de un 5%".

Aunque los datos aportados ayer revelan una relación directa entre la Zona 30 y la siniestralidad, Pontevedra pretende coordinar con otras ciudades españolas un método de cuantificación de los accidentes y sus consecuencias. Se trata de "Proyecto Capitales", que permitiría unificar el sistema de medición para disponer de datos similares con los que comparar resultados entre unas ciudades y otras.

620 multas que incluyen la pérdida de 2.300 puntos del carné

Los agentes de la Policía Local impusieron el pasado año 14.499 denuncias de circulación (multas de tráfico) pero solo 621 de ellas (el 4%) significan una propuesta de pérdida de puntos en el carné de conducir, hasta un total de 2.303, es decir, a una media de casi cuatro puntos por cada sanción. Las más graves, que acarrean la pérdida de seis créditos, fueron 91, mientras que 363 suponían que sean detraídos 3 puntos del permiso. La inmensa mayoría de estas sanciones (13.878) no implican retirada de créditos.

Además de esas 14.499 multas por infracciones de circulación a la hora de aparcar o circular, la Policía Local formuló otras 527 denuncias ante otros organismos: 24 referidas a la normativa de transportes, con corresponden a la Xunta y 503 ante la Jefatura Provincial de Tráfico por anomalías con la ITV, el seguro, el permiso de conducir u otras infracciones.

En materia de tráfico, fueron inmovilizados también 444 vehículos y se realizaron doce campañas de control y de concienciación, como la de seguridad vial dirigidas a la ciudadanía en general y a los escolares en particular, que el lunes, precisamente, acuden al parque de tráfico de Mollabao.

Aparcar en carga y descarga, primer motivo para que actúe la grúa

La grúa (cuya nueva concesión se pretende licitar en breve) retiró el pasado año de las calles un total de 4.859 vehículos por diversas infracciones (lo que supone una media mensual de 405 intervenciones, a razón de 86 euros de tasa por enganche y traslado al depósito), más otros 649 casos por traslados a causa de procesiones, fiestas, pruebas deportivas o limpiezas viarias. Estacionar en zonas de carga y descarga en horario de uso es la infracción que motiva mayor número de actuaciones de la grúa, con el 48% de sus intervenciones. En segundo lugar, pero muy lejos, con el 18% de los enganches, se sitúa el aparcamiento en carriles o partes de la vía reservadas a otros usuarios. Impedir la salida o accesos a garajes (7%), aparcar en paradas de autobús (6%), estacionar provocando peligro u obstaculizando el tráfico (5%), utilizar indebidamente plazas de discapacitados (4%), estacionar sobre la acera (3%) son otras razones.

Una media mensual de 250 pruebas de alcoholemia aleatorias a conductores con 121 denuncias en todo el año

A lo largo del pasado año la Policía Local llevó a cabo un total de 3.105 pruebas de alcoholemia aleatorias, es decir, mediante controles estáticos a los conductores en determinadas calles y a horas concretas. Esta cifra supone la más alta de los últimos años, más del doble, por ejemplo, de los 1.309 tests de 2008, y arrojaron un total de 121 casos positivos, es decir, el 3,9% del total. De ellos, 89 concluyeron con una denuncia administrativa, pero otros 39 si supusieron una tramitación en el juzgado. En este balance no se incluyen los denominados controles dinámicos, aquellos que los agentes practican a conductores implicados en accidentes o con síntomas de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Al respecto, fueron 187 los positivos del pasado año.

La tasa del 3,9% de positivos en controles estáticos supone un punto menos de la media de España, que es del 4,9, un porcentaje que sí se daba en 2006. La tasa más baja se produjo en 2009, con el 3,6.

En cuanto a los controles de droga entre los conductores, una prueba que la Policía Local realiza desde noviembre pasado, se ha constatado en estos seis meses una docena de positivos, si bien Daniel Macenlle explicó que al realizarse primero el test de alcohol, en muchos casos ya da positivo por este producto, por lo que ya se tramita la correspondiente denuncia, y solo se somete al conductor al análisis de droga si da negativo en el primero y se sospecha que está bajo los efectos de alguna sustancia. De hecho, en la mayor parte de los casos en los que se tenía esa sospecha, el resultado de la prueba fue positivo, según el intendente jefe.

Además, a lo largo del pasado año se contabilizaron dos detenidos por exceso de alcohol y 134 por el mismo motivo, además de 34 imputados más por anomalías diversas en el permiso de conducir.