José Antonio Viqueira, el vecino de Ponte Caldelas que acudió a FARO para denunciar el drama personal que sufre (con cuatro hijos pequeños, sin trabajo, a punto de perder la prestación por desempleo y con el inminente embargo de su casa), recibió una citación del alcalde, Perfecto Rodríguez, para ser atendido por los Servicios Sociales del Concello. En este departamento le ofertaron tramitarle una ayuda de emergencia social, que consiste en tres bolsas de alimentos al año. Sin embargo, este vecino rechaza esta "limosna" porque "no quiero caridad, la caridad se hace entre cristianos y entre vecinos, a la Administración le pido que gestione, que hagan su trabajo", manifestó Viqueira, que busca un empleo y una solución a su problema para afrontar la hipoteca.

José Antonio Viqueira explica que trató de conseguir un trabajo eventual en el Catastro, para una revisión del censo y que no lo logró por una cuestión burocrática, "de nuevo por papeles, por simples papeles", se queja este hombre de 49 años de edad, que hasta junio de 2010 trabajó como agente de seguros y que se ve capacitado para realizar esta tarea administrativa. "Era solo por cuatro meses, pero algo es algo; no me lo dieron por una cuestión del padrón", explica Viqueira.

Este padre de familia admite que la asistente social del Concello le ofreció cumplimentar los trámites que necesitaba para recibir la ayuda de tres bolsas de alimento al año, pero como él mismo indica "en Cáritas de Marín me dan una bolsa a la semana sin necesidad de presentar papel alguno, no necesito hacer un montón de trámites para recibir una limosna, para eso no necesitamos las Administraciones públicas, ya está la Iglesia", razona José Antonio Viqueira. Aún así, aceptará la gestión de este servicio municipal para que le tramiten la ayuda de emergencia de 400 euros, que le corresponderían a partir del próximo junio, cuando dejará de recibir la prestación por desempleo.

Por otra parte, este vecino criticó que el alcalde de la localidad no haya hablado personalmente con él y lo derivase a los funcionarios, así como que tratase de desvirtuar sus declaraciones a FARO, "tratando de dejarme por mentiroso, sembrado dudas sobre lo que digo", protestó. "Soy un vecino de Ponte Caldelas y él no es una autoridad tan importante como para no bajar a hablar con la gente", dice Viqueira.

También rechaza el razonamiento del alcalde sobre que "la situación de esta familia no es la única", porque "no por haber más casos se puede desentender de ellos, tendrá que trabajar para solventarlos, uno a uno, es su obligación", razona este hombre.

Por otra parte, la familia Viqueira ha recibido ya una comunicación del banco anunciando algún embargo que el afectado todavía no ha querido comprobar. "No sé aún qué dice porque ya son tantas cosas que prefiero no saberlas", se lamenta.