Pontevedra está de luto por uno de sus vecinos más longevos. Castor Álvarez Alonso falleció ayer en la capital a los 105 años de edad y hoy será enterrado en Castrelo de Miño, en Ourense, de donde era originario. Allí vino al mundo en 1906 y allí creció hasta que, según él mismo explicaba en una entrevista concedida a FARO en junio de 2011, en el año 1949 se trasladó a la ciudad del Lérez. Castor era el padre de Navor Álvarez Francisco, expresidente de Aempe y teniente de alcalde del Concello de Pontevedra durante el mandato de Rivas Fontán.

Castor Álvarez era, muy probablemente, el vecino varón más longevo de Pontevedra. Según el padrón municipal actualizado a febrero de 2012 tan solo 32 vecinos de la capital superan la centena y hace un año sólo otro pontevedrés, una mujer, alcanzaba los 106 años de vida.

No hace todavía un año que Castor acudía al consistorio para saludar al alcalde Miguel Anxo Fernández Lores en justa devolución a las cuatro visitas anteriores que el regidor había realizado a su domicilio. Visitas que el alcalde le brindaba por su cumpleaños una vez que Castor rebasó la edad que le permitía entrar en el selecto club de los pontevedreses que superan el siglo de vida. En aquel entonces se mostraba contento y sin perder el sentido del humor ante las preguntas de los periodistas que plasmaban su recepción en el Concello. Días antes, el 19 de junio de 2011, había celebrado con su familia su 105 cumpleaños. Su allegados explicaban que Castor Álvarez siempre había sido un hombre activo y trabajador, incluso en estos últimos años. Aunque últimamente padecía algún problema de oído, sus vecinos se sorprendían al observarlo realizando los recados cotidianos, paseando al perro o leyendo el periódico sin gafas. Tan activo que no dejó de andar en moto hasta que sus familiares se lo prohibieron cuando ya contaba con 95 años.

Cástor Álvarez fue Policía Nacional en Madrid, Cartagena y Pontevedra, siendo homenajeado por la Comisaría Provincial en 2001 durante la celebración de los Ángeles Custodios.

Antes había sido labrador y ganadero en su ciudad natal, una localidad a la que nunca olvidó ya que en aquella visita al Consistorio su hijo confesaba que, pese a su amor por Pontevedra, Castor volvía a estar empadronado en Castrelo do Miño desde hacía unos años por decisión propia, aunque continuaba residiendo en la ciudad del Lérez.

Padre de tres hijos, José, Navor y María Luisa, Castor Álvarez Alonso será enterrado hoy en la parroquia de Nosa Señora das Neves de Castrelo do Miño, después de un funeral que se iniciará a las 17 horas.