La plaza de Curros Enríquez se reinauguró, con su aspecto actual, en 2002; los "monfortinos" de la plaza de A Ferrería se retiraron en 2000 y la plaza de A Verdura también modificó su aspecto en esa época. Más reciente es la reforma urbana aplicada en la Enfesta de San Telmo o en el Campillo de Santa María. Pero todos tienen un denominador común: en todos estos lugares, así como en otros del centro histórico, fueron retirados algunos elementos, ornamentales en unos casos o de pavimento en otros. Una década después, el PP ha decidido relanzar el debate que entonces se generó sobre el paradero de esas piezas.

Así, el pasado miércoles la oposición presentó un escrito en el Concello "poniendo de manifiesto la preocupación por el destino" de esos elementos "retirados de las calles y plazas de la ciudad con ocasión de las sucesivas reformas urbanas", y cita expresamente "los popularmente denominados monfortinos y los faroles de la plaza de A ferrería, los bancos de la plaza de A Verdura o la gran cantidad de empedrado original de la zona monumental, retirado y sustituido por pavimento más moderno". El concejal Pablo Fernández asegura que se trata de material que forma parte de la historia de la ciudad, que merece ser puesto en valor e incluso recuperado de alguna manera mediante su reinserción en algún lugar" del casco viejo.

La oposición reclama que se le informe sobre la custodia de estas piezas, es decir, en donde están, y si es posible su reaprovechamiento. En algunos casos se trata de actuaciones realizadas hace más de una década, pero la sustitución de las farolas de A Ferrería se realizó más recientemente. De hecho, fue una de las últimas actuaciones de Teresa Casal al frente de la Concejalía del centro histórico durante el anterior mandato municipal. De esa época es también la obra en la Enfesta de San Telmo, sobre cuyo pavimento también pregunta el PP.