Pontevedra tiene "una situación de privilegio" respecto a las reservas de agua de consumo doméstico en épocas de sequía –aseguró el concejal de Ordenación do Territorio, César Mosquera–, gracias a los recursos hídricos del río Lérez, el embalse de Pontillón, las presas de Bora y Monte Porreiro, y la de la balsa de Ence. Ante la sequía que afecta a la región durante los últimos meses, Mosquera indicó que la ciudad está suficientemente abastecida gracias a tres fuentes de suministro. La primera de ellas es el propio río, que aunque sufra épocas de menor caudal no llega a secarse. Además, la ciudad puede servirse de las presas de Bora y Monte Porreiro, además del Pontillón de Castro, como principal reserva de agua de la ciudad.

Por otra parte, Mosquera recordó que en caso de necesidad, la empresa Ence tiene que dejar de recibir agua porque el abastecimiento humano tiene prioridad al de cualquier industria. Mosquera indicó que en caso de la industria abandone su ubicación actual, como en principio está obligada por ley, la ciudad asumiría otra gran reserva de agua, "pero aún en el caso de que no se traslade, el consumo humano siempre tendrá prioridad", recordó el edil.

El propio Plan Auga que tramita la Xunta afirma que la cuenca hidrográfica del Lérez, más la de la ría de Pontevedra, formada por los cauces que desembocan en ella, constituyen una de las fuentes de agua de mayor aprovechamiento en Galicia.

Las obras en el entorno de O Pino provocan vertidos de tierra al cauce de Os Gafos

Las aguas del río Os Gafos aparecen desde hace unos días enturbiadas por un vertido de tierra que, según entienden los ecologistas, proceden de las obras del entorno del nudo de O Pino. El presidente de la asociación Vaipolorío, Gonzalo Sancho, explicó que la situación denunciada ayer por los propios vecinos no es nueva, ya que durante las últimas semanas el río sufre continuos vertidos de lodo que enturbian las aguas.

Vecinos

Los vecinos de la zona de Campolongo fueron testigos ayer del estado del río, que discurría muy turbio. Los propios residentes de la zona alertaron al 112 de este vertido, como anteriormente lo había hecho la asociación cívica Vaipolorío. La agrupación reclamó recientemente a Augas de Galicia y al Concello que "se pongan de acuerdo cuanto antes" y afronten el saneamiento inmediato de este cauce fluvial "porque lo necesita como ninguno".