El jueves 30 noviembre de 1972, Combarro recibía el reconocimiento que haría cambiar su historia en casi todos los niveles. La declaración de su casco antiguo como conjunto histórico artístico nacional no solo sirvió para colocar a la hasta entonces modesta villa de pescadores en el mapa turístico español o impulsar su rehabilitación, sino que la convirtió en uno de los motores económicos del Concello y de sus gentes.

Veinte años antes, el pintor Carlos Maside había escogido el pueblo para asentarse durante unos meses y dar salida a su vertiente creativa. Con estos antecedentes, 2012 parece el año de Combarro, al menos para la asociación A Solaina que impulsa junto al Concello un programa de actividades conmemorativas bajo el lema "Combarro Conxunto Histórico. 1972-2012".

Hasta la celebración institucional de la declaración, el próximo 30 de noviembre y con la presencia del presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares Paz, Combarro tiene por delante meses de intensa vida cultural con charlas, visitas guiadas o exposiciones.

Los vecinos y la iniciativa privada tendrán un papel fundamental en la confección definitiva del calendario de actos que, penalizado por la crisis, no se cerrará hasta finales de abril. El Concello realizó ayer, durante la presentación de los actos, un llamamiento a todos los interesados para que aporten nuevas propuestas susceptibles de llevar el nombre de la iniciativa más allá del ámbito cultural y artístico.

El acto central sería una muestra con la obra que Maside realizó durante su estancia en la localidad, que descansa en un cajón a la espera de encontrar la financiación (institucional o privada) que permita que se materialice.

"Si no se hace este año será el que viene", dijo el presidente de A Solaina, Rafael Vallejo, que coordinará el resto de actividades durante el verano y el otoño, en torno a una muestra que busca reflejar "una gran etapa dentro de su trayectoria pictórica. Sabemos cómo llegó aquí, dónde estuvo o a quién dibujó".

Estrecheces económicas a un lado, el colectivo cuenta ya con un amplio ciclo de conferencias casi cerrado que repasarán la presencia de la localidad en el arte, el cine, el turismo o la arquitectura popular de la que sus emblemáticos hórreos y cruceiros son un claro exponente.

Los miembros de A Solaina organizarán además visitas guiadas gratuitas a las que, aunque en un principio están pensadas para escolares, podrán sumarse vecinos y turistas.

Tierra y mar

El distintivo del cuarenta aniversario refleja la esencia del pueblo, explica Vallejo Pousada, reuniendo su elemento más característico, el hórreo (vinculado a la agricultura), rodeado del azul del mar que lo baña y el rojo con que se pintaban sus barcos de pesca (ambos en la tipografía). El diseño obra de la italiana Manuela Costantino, servirá para identificar todo lo relacionado con la celebración.

Aunque las primeras actividades llegarán coincidiendo con el verano, para el Consistorio Combarro está de aniversario desde el 1 de enero ya que en el último pleno del año pasado, la Corporación dio luz verde al nombramiento de 2012 como el año de la localidad.

Los tres grupos municipales escenificaron ayer su apoyo unánime a una iniciativa que "permitirá dar conocer más aún Combarro, que es el segundo lugar más visitado de Galicia, entre vecinos y turistas", dijo la teniente de alcalde Chelo Besada.

Luciano Sobral destacó la importante labor de recuperación y mantenimiento del patrimonio etnográfico. "Combarro es, con el Monasterio, el símbolo fundamental de nuestro municipio. De China a África no habrá quien no haya pasado por aquí". El portavoz popular, Ángel Moldes, hizo hincapié en la repercusión que el pueblo tiene "en el atractivo socioeconómico del Concello. Es un producto en sí mismo, un conjunto histórico vivo donde conviven empresarios y vecinos".