Los Bomberos de Pontevedra festejaban ayer a su Patrón, San Juan de Dios, marcados por la tensión que vivieron durante la madrugada a raíz del incendio que arrasó la droguería Godoy-Tito de la Peña en la calle de la Oliva y que obligó a catorce funcionarios –los integrantes de dos turnos– a trabajar durante nueve horas. El fuego, cuyas causas aún no se han determinado, provocó temperaturas próximas a los 600 grados y las dificultades para acceder al foco del fuego (en el almacén trasero de un local muy largo pero también muy estrecho) complicaron "enormemente los trabajos", según explicó ayer al jefe del servicio, Manuel Torres.

De hecho, el calor que aún desprendía ayer la calcinada droguería impidió acceder a su interior para comenzar a investigar este suceso, una labor que la Policía Nacional tiene previsto iniciar hoy. Esos mismos obstáculos tampoco han permitido calibrar los daños causados, si bien los Bomberos sostienen que "la mercancía y el local están totalmente dañados bien por el fuego o bien por el humo", un humo que fue muy intenso durante horas, alimentado además por los productos químicos del establecimiento.

La alarma saltó a las siete de la tarde del miércoles y hasta la una de la madrugada de ayer no se dio por controlado el fuego, si bien las tareas de enfriamiento y ventilación se prolongaron hasta las cuatro. Tanto el alcalde, Miguel Fernández Lores como la concejala de Seguridad Carmen da Silva, aprovecharon el ágape celebrado ayer en el parque de Bomberos con motivo del día del patrón para felicitar a los efectivos participantes "en uno de los operativos más duros que recuerdo", según explicó Manuel Torres, "no por el incendio en si sino por tratarse de un espacio muy confinado, con un único acceso por la fachada" y con un calor y una humareda que impedía a los agentes permanecer en el interior del local más de tres minutos.

Torres añadió que las prioridades era atajar el fuego, impedir su propagación a otros edificios y garantizar la seguridad de la estructura del inmueble para evitar un hipotético derrumbe, un peligro que nunca llegó a ser real, aunque sí se ha recomendado una inspección técnica inmediata, a ser posible hoy.

Los residentes del inmueble afectado pasaron la noche con familiares y en un hotel

El inmueble en cuyo bajo se produjo el incendio permaneció desalojado durante toda la noche, aunque en la mañana de ayer los inquilinos pudieron acceder a sus hogares. Según la concejala de Seguridad Carmen da Silva, desde el Concello "se les ofreció alojamiento de emergencia a todos los vecinos y constatamos que había cinco personas con alguna dificultad para encontrar alternativa". Finalmente, cuatro de ellos pasaron la noche en casas de familiares y una chica sí pernoctó en un hotel, a donde acudió acompañada por la Policía Local, a la que también se le agradeció el trabajo realizado.