Las obras de remodelación del nudo de O Pino obligarán a los conductores pontevedreses a realizar un nuevo esfuerzo durante el próximo fin de semana. Los trabajos de demolición del puente que une los lugares de San Blas y Matalobos, sobrevolando la carretera de circunvalación PO-10, obligarán a cortar totalmente al tráfico este vial de cuatro carriles entre las 22 horas de mañana sábado y las 8 de la mañana del lunes. Además, el cierre al tráfico de este vial incluye también el corte de los accesos a la PO-10 desde la autopista a través de la salida 132B. Así los usuarios de la AP-9 que, viniendo desde Vigo o Santiago, quieran acceder a través de este enlace 132B en dirección a Ourense no podrán hacerlo y deberán utilizar la salida 132A en dirección Pontevedra Sur. Luego deberán continuar por la avenida de Marín, virar en Manuel del Palacio, Fernández Ladreda y la avenida de Vigo. Este mismo itinerario es el que se recomienda para los conductores que, viniendo de Marín quieran acceder a la Nacional 550 en dirección hacia Vigo y Redondela.

El acceso a la PO-10 desde el nudo de O Pino también permanecerá cortado, por lo que se recomienda el mismo recorrido en sentido inverso para los conductores que, procedentes de la zona de O Marco o de la Nacional 550 desde Vigo y Redondela, pretendan acceder a la autovía de Marín.

Por último, la salida de San Blas (la conocida como salida del centro comercial hacia la PO-10) también quedará cortado a partir de las 22 horas del sábado, ya que a esa hora finalizará el horario comercial, para reabrirse en la mañana del lunes.

A grandes rasgos, estas serán las principales restricciones que conllevará la complicada operación de demolición del viaducto que se iniciará en la noche del sábado. Ayer, el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, presidió una reunión para coordinar el dispositivo especial de tráfico en la que participaron responsables de la DGT, de la Guardia Civil de Tráfico, de la Policía Local, la empresa concesionaria de las obras y también la Autoridad Portuaria ya que este nudo es clave para el tráfico de las mercancías de la rada. También participó en el encuentro Federico Saldaña, responsable de la demarcación de Carreteras del Estado en Pontevedra. Saldaña explicó que, si bien en la anterior ocasión en la que se derribó el puente sobre la N-550 fue posible ejecutar las obras realizando cortes intermitentes solo en horario nocturno, esta vez se hacía "imprescindible" realizar un corte total de la PO-10 para desmantelar el viaducto de San Blas.

Con todo, tanto Saldaña como Antonio Coello destacaron que para este corte total de la PO-10 (que tiene una duración prevista de 36 horas) se escogió la fecha que se considera más adecuadas para ello: "En fin de semana, principalmente en horario nocturno y a finales de mes, cuando el tráfico es mucho menos intenso". El objetivo es buscar el menor impacto posible sobre el tráfico. Recordó que cada día utilizan el nudo de O Pino y la PO-10 unos 55.000 vehículos y esperan que al realizar el corte de circulación durante el fin de semana el número de tráfico afectado "se vea reducido a la mitad". El objetivo de la empresa concesionaria de las obras es levantar el cierre el lunes por la mañana cuanto antes, para no coincidir con el horario laboral.

Ambos coincidieron al señalar la jornada del domingo como la que pueda ser más problemática para los conductores. Especialmente al mediodía, cuando mucha gente decide salir y realiza sus desplazamientos para disfrutar del día libre. Recordó que las salidas y accesos a la autopista desde la autovía de Marín (al contrario de lo que sucede con los de la PO-10) se mantendrán abiertos. Saldaña y Coello explican que se colocará señalización informando de los desvíos alternativos y que también habrá presencia policial tanto en la zona del corte como en estos enlaces de la autopista. Recalcan que "la mejor receta" para evitar que las complicaciones en el tráfico es "la colaboración de los conductores" como ya ocurrió con el resto de los cortes realizados en el nudo de O Pino. "Se trata de sufrir un poco para después mejorar sustancialmente", añadió Coello.

Cortes en San Blas

La demolición del puente tendrá un impacto de mayor alcance en la circulación interna en el barrio de San Blas. Tras el derribo del viaducto, como es evidente, quedará inutilizada esta conexión mientras se construye el nuevo viaducto, con una mayor capacidad de tráfico que el anterior. Mientras tanto se recomienda a los vecinos el acceso por la calle Herminia Fariña Cobián (vial al instituto) y a los de Salcedo a través de la Nacional 550 a la altura de Cabanas (por el nuevo acceso junto al lavado de coches).