La asociación animalista "Libera" acaba de denunciar ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Pontevedra una denuncia por maltrato animal después de tener conocimiento de la existencia de al menos una pareja de caballos que portaban unos cepos en Xeve, las conocidas "pexas", artefactos que son ilegales.

Fueron dos excursionistas que disfrutaban de un paseo por los montes de esta parroquia pontevedresa los que pusieron en conocimiento de dicha asociación la existencia de estos dos ejemplares de caballos maltratados a través del canal que la organización tiene en internet (las denuncias se pueden canalizar a través del correo cabalo@liberaong.org). Son ya más de 40 los escritos que lleva tramitados la organización desde la creación del sistema anónimo de información en diciembre de 2010.

Se trata del primer aviso que reciben en el poco tiempo transcurrido de 2012 y la parroquia de Xeve es nueva en cuanto a la localización de equinos con estos artefactos, o al menos en "Libera" no habían recibido hasta el momento denuncias anteriores por la existencia de caballos con "pexas".

El objetivo de la denuncia de esta ong es que ahora el Ministerio Fiscal abra las diligencias de investigación oportunas. Recuerdan que la instalación de cepos en las patas de los caballos puede constituir un presunto delito de maltrato animal penado con penas de prisión de hasta un año y con la inhabilitación para el trato con animales de hasta 36 meses.

El propio fiscal Benito Montero ordenó en junio del pasado año al Seprona y a la Xunta que identificase a los propietarios de aquellos caballos que portasen cepos, aunque la tarea es bastante complicada debido a la ausencia de "chips" identificativos en aquellos animales que soportan dichos artefactos.

Además del maltrato animal, el fiscal, tal y como apunta "Libera", ya advirtió entonces que los dueños de los caballos "pexados" también se pueden enfrentar a una imputación por un delito contra la seguridad vial, castigado con penas de seis meses a dos años de cárcel o una pena de multa y trabajos para la comunidad. Y es que es habitual que estas reses invadan carreteras y otras vías para el tráfico rodado. Cuando lo hacen equipados con estos cepos, cadenas o cuerdas, ven como sus movimientos quedan seriamente limitados y se convierten en auténticos peligros para los usuarios de las carreteras.

La Fiscalía contaba con informes veterinarios que corroboran como estos animales sufren dolor y malformaciones por el uso de esos artefactos y además los deja indefensos ante las alimañas y los incendios.

La asociación animalista también solicitarán a la nueva conselleira encargada de Medio Rural, Rosa Quintana, que acelere los trámites para identificar a toda la cabaña equina de la comunidad "pues el sistema de identificación exigido, mediante microchip, garantizaría la localización de los responsables de estas prácticas y acusarlos formalmente de estos delitos". De esta forma se podrían separar así de la mayoría de propietarios que crían reses en régimen de semilibertad sin causar daño a los animales con estos artefactos.