Aunque la mayoría de los vecinos consultados apuestan por cubrir por completo la plaza de Valentín García Escudero para crear sobre ella un parque público, el gobierno local no quiere desaprovechar la riqueza arqueológica existente en la cabecera norte del puente de O Burgo. Aunque el Museo da Historia diseñado en el mandato pasado, con un presupuesto de más de diez millones de euros, ya está totalmente descartado, el Concello aún apuesta por hacer "visitable" parte de los restos, en especial los vinculados al propio puente medieval y los muelles de aquella época. Para ello se ha remitido ya a la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico una propuesta para crear en la plaza de García Escudero el tercer centro de interpretación arqueológica del centro histórico, tras el subterráneo CITA, abierto hace un año, y el Campillo de Santa María, al aire libre, y que se inaugura el 2 de diciembre.

Sería un recinto parecido al CITA de las Torres Arzobispales (bajo la remodelada avenida de Santa María). Pese a tratarse de una idea similar, el centro de O Burgo sería mucho más modesto que el de Santa María y mucho menos presupuesto. La idea es ejecutar unas instalaciones subterráneas con acceso directo a los vestigios del viejo puente, a la altura de la calle A Ponte, mientras que el resto de las excavaciones, que se extienden hasta la plaza del Muelle y consideradas de menor valor, sí se cubrirían con material geotextil y después con arena y otros materiales para crear en la superficie un parque infantil.

El gobierno local no ha concretado el presupuesto exacto de esta actuación, pero no sobrepasaría, en todo caso los 700.000 euros de los que se disponía hasta ahora para comenzar el Museo da Historia. Hace unos meses se licitó una primera fase de esas obras por ese importe, pero finalmente ese concurso se anuló y los fondos continúan disponibles. En todo caso, su ejecución depende de la hipotética autorización de Patrimonio. Si no ese filtro no se supera, el gobierno local ya tiene decidido que tapará por completo la totalidad de la plaza (los restos medievales y los otros) para crear también un espacio público, aunque esta vez vinculado a un proyecto más amplio en esa zona de O Burgo que incluye la peatonalización del puente del mismo nombre. Este cierre al tráfico se aplicaría una vez que se ponga en servicio el viaducto de As Correntes, que no está previsto antes de la primavera. Hoy lunes se reanudarán las tareas de montaje de su estructura metálica en la orilla de Domingo Fontán, después de que el viernes se colocaran las piezas desde la avenida del Uruguay.

En julio pasado, el concejal de Patrimonio Histórico, Luis Bará, expuso a los vecinos de la zona las opciones que se manejaban, y la respuesta ciudadana apostaba en su mayor parte por cubrir lo más rápido posible unas excavaciones arqueológicas en una plaza que ya lleva más de cinco años abierta y vallada. De optarse por el parque y las zonas verdes en la totalidad de la plaza, se recuperaría el proyecto original con el que comenzaron estas obras en septiembre de 2006. Aunque se sabía de la existencia de esos restos (por una excavación anterior de 1988) la idea original era cambiar el asfalto de entonces por zonas verdes y un parque infantil dominado por un gran aparato de juegos que rememoraría a un barco pirata.