La parroqui de Santa María la Mayor conmemora hoy la festividad del Beato Daniel Mora Nine, mártir pontevedrés que era originario de este barrio, de tal forma que se celebrarán diversos actos en su recuerdo a lo largo de la jornada. Entre ellos destaca la misa que se celebrará en la Basílica de Santa María a las 11 horas y en la que tendrán un especial protagonismo los niños de la catequesis, quienes portarán unas palmas como símbolo de martirio al que fue sometido el Beato Daniel. Al término de la misa se saldrá en procesión por el entorno de la Basílica.

De esta forma, los pontevedreses celebran que se acaban de cumplir cuatro años desde que se llevó a cabo la ceremonia de beatificación de Daniel Mora Nine que tuvo lugar el 28 de octubre de 2007 en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Afán de superación

Para recordar como Daniel Mora Nine se convirtió en fray Daniel de la Sagrada Pasión hay que retroceder hasta la Pontevedra de principios del siglo XX. Nació en la parroquia de Santa María la Mayor en 1908, en el seno de una humilde familia que tenía allí establecido su domicilio. Daniel comenzó a asistir a la escuela de párvulos regentada por doña Luisa Tabar, en la calle Real de Pontevedra. Más tarde completó su educación primaria en el colegio Balmes.

Durante su infancia tuvo que superar severas enfermedades. Sufrió de parálisis infantil así como la poliomielitis, cuyas secuelas lo acompañarían de por vida, unas circunstancias que sin duda contribuyeron al afán de superación personal que demostró a lo largo de su trayectoria vital.

Pese a estos condicionantes físicos, a los 16 años obtuvo plaza en el Regimiento de Zaragoza con guarnición en Santiago de Compostela. Allí fue acólito de su capellán y, dada su afición a la música, solicitó un puesto en la banda de dicho regimiento tocando la flauta. Se convirtió también en músico de la Catedral de Santiago, en donde aprendió a tocar la chirimía.

Después dejó la vida castrense por la religiosa. Ferviente devoto de San Juan de la Cruz, en 1931 fue admitido en el convento de su advocación en Segovia, siendo destinado en 1934 a la comunidad carmelita de Toledo. Allí sirvió como portero de la institución, hasta que 16 miembros de la orden de los Carmelitas de esta comunidad toledana fueron asesinados el 31 de julio de 1936, entre ellos el pontevedrés Daniel Mora. Tenía 28 años.

Martirio de 16 carmelitas

Dicen las crónicas dedicadas a la memoria de los 16 beatos Carmelitas que por el mes de mayo de 1936 le llegó una carta de su madre, Rosalía Nine, desde Pontevedra: «Hijo, corren rumores de que va a estallar una guerra civil en España. Temiendo pueda ocurrirte una desgracia, solicita y pide permiso a tus superiores para que puedas venir a nuestro lado». La respuesta de fray Daniel fue: «La suerte que puedan correr mi superior y hermanos, quiero sea la mía también", al tiempo que le pedía que, como madre, rezara por él y sus compañeros. Los 16 fueron beatificados en 2007 en el Vaticano.