El gobierno local acordó ayer suavizar en parte las restricciones de consumo de agua en la ciudad, en lo que se refiere a baldeos de calles y riego de jardines, pero, en cambio, ha emplazado a Augas de Galicia a extremar el control sobre el caudal del Lérez después de constatar un "inesperado" y "sorprendente" descenso drástico de su nivel en la estación de bombeo de Monte Porreiro. El río registró en la mañana de ayer una altura máxima de 2,17 metros, casi medio metro menos que en la jornada anterior, una caída para la que no encuentra explicación el Concello a la vista de las intensas lluvias caídas desde el pasado domingo. Según fuentes municipales, esta situación se trasladó ya a Augas de Galicia, que consultó con Ence por si se produjera un aumento de su consumo, que está limitado en un 30% desde hace un par de semanas. Las mismas fuentes aseguran que la Xunta negó que la causa del descenso del caudal obedezca a alguna actuación de la fábrica, por lo que desde el gobierno local se insta al organismo autonómico a extremar la vigilancia del nivel hidrológico.

La drástica caída del caudal ha coincidido además con el índice más bajo de ocupación en el embalse del Pontillón de Castro en lo que va de año. Esta reserva se ha utilizado como fuente para el abastecimiento doméstico desde que comenzó esta "crisis del agua" y su nivel ha descendido de forma notable en estos días.

Por estas dos razones (el Pontillón y el Lérez), el alcalde, Miguel Fernández Lores, firmó ayer un segundo decreto sobre el sistema en la ciudad y la ría. La resolución se basa en un informe técnico que detalla que desde que Ence redujo su consumo en el río se produjo una recuperación paulatina de su caudal y las lluvias caídas esta semana permiten ver el panorama con más tranquilidad. Sin embargo, este mismo informe aconseja que "para las jornadas venideras, en tanto no se normaliza definitivamente la situación hidrológica, conviene mantener la restricción de consumo impuesta a la fábrica de Ence y continuar con el reparto de caudales entre las dos fuentes de suministro", a razón de 140 litros por segundo en el Pontillón y 160 litros por segundo en la estación de bombeo de Monte Porreiro. Además, se considera conveniente "mantener contactos periódicos con Augas de Galicia, envinado diariamente los datos, con la finalidad de tener en todo momento bajo control la situación del abastecimiento".

Con este informe en la mano, el alcalde decretó ayer la suspensión de las restricciones de baldeos y riegos, entre otras razones porque las fuertes lluvias ya realizan esa labor, pero "mantener la medida de coordinación con Augas de Galicia y Ence" para proseguir con el plan de ahorro de la factoría. Asimismo, se insiste en "solicitar a todos los agentes implicados una utilización racional y lo más eficiente posible del agua".