Ence utilizará como materia prima en su producción solo madera con certificación forestal a partir de 2014. Un sello de gestión responsable que se autoimpondrá en la totalidad de su patrimonio forestal y que exigirá a la madera que compre.

A día de hoy la compañía presume de tener ya el 88,8% de las 10.700 hectáreas que gestiona en Galicia con certificación forestal: 9.500 con el sello PEFC (Programme for de Endorsement of Forest Certificacion Schemes) y 2.650 con el marchamo FSC (Forest Stewardship Council) y de sumar entre el patrimonio cultivado por sus filiales en España y Uruguay 114.686 hectáreas acreditadas.

Juan Luis Arregui, presidente del grupo Ence, reiteró esta apuesta por una gestión del bosque sostenible en una reunión auspiciada en Madrid por la sección española de Forest Stewardship Council (FSC), en la que también participaron SEO/BirdLife y CC.OO, y en la que se elaboró un documento que con el nombre "Una legislatura para los bosques. Propuesta política de FSC-España para las elecciones generales" se remitirá a todos los partidos que estarán en la cita electoral del 20-N con el objetivo de que se comprometan, si llegan a gobernar, a poner en marcha políticas forestales sostenibles.

Arregui habló de la gran aportación de las masas forestales a la economía y lo ejemplificó son su empresa que "genera cada año más de 11.000 empleos en España, 3l 65% de ellos en zonas rurales y donde, gracias a una gestión sostenible se fija la población".

La apuesta de Ence por la madera certificada afectará de manera directa a miles de productores forestales de Galicia, una comunidad en la que el minifundismo y el monocultivo del eucalipto (madera comprada casi en exclusiva por Ence) se solapan en gran parte del territorio.

Esta dualidad constituye un lastre para la obtención de las certificaciones de sostenibilidad tal como quedó acreditado en el reciente congreso internacional celebrados en la Escuela de Forestales de Pontevedra, en el que expertos de diez países analizaron posibles fórmulas para que los pequeños propietarios puedan acceder a la marca de calidad FSC.

Una radiografía del territorio forestal gallego da idea de la necesidad de mancomunar las actuaciones: 700.000 propietarios particulares que gestionan algo más de 1,2 millones de hectáreas, lo que habla de parcelas de en torno a una hectárea de superficie, y 2.800 comunidades de montes que se ocupan de otras 680.000 hectáreas.