Fue un día de huelga y como tal hubo guerra de cifras. Mientras que CIG, UGT y CCOO hablaban de una incidencia cercana al 75% en Primaria y del 40% en Secundaria en Pontevedra y su comarca, la Consellería de Educación hacía un cómputo global de la provincia y situaba el alcance en el 24,9%.

En cualquier caso, unos y otros, recalcaban que no se habían registrado incidentes y que, en todo momento, los escolares que acudieron a los colegios e institutos en el día de ayer estuvieron atendidos.

"Vigilados es la palabra exacta, ya que no fueron clases normales al tenerse que unirse grupos" manifestaba una profesora del CEIP San Martiño de Salcedo, en el que nueve docentes de una plantilla de dieciséis se había sumado al paro.

También de "vigilar" a los pocos que acudieron al centro, hablaba una docente de la pequeña escuela Berducido-Xeve, en la que estaba ella sola dado que sus dos compañeras hacían huelga.

En el CEP Marcos da Portela de Monte Porreiro, directamente estaba cerrado ya que los pequeños, avisados de que el claustro secundaba la huelga, ya ni acudieron al colegio. Veinticuatro profesores de veintiocho estaban de huelga.

En el mismo barrio, en el instituto "Luis Seoane" parte de los alumnos deambulaban por el vestíbulo y los pasillos sin saber muy bien que hacer, expectantes y "vigilados" por la dirección. En la mañana de ayer era 25 las ausencias entre un plantel de 64 profesores que en ese momento tenían que dar clase.

Contra la huelga

En otros centros, si era jornada de huelga, no se notó como el CEIP Barcelos en donde solo un docente secundó el paro aunque su directora afirmaba que "todos nos oponemos a los recortes, apoyamos a los huelguistas y compartimos las reivindicaciones" para añadir que "somos partidarios de otro tipo de movilizaciones".

También los padres que comparten con los huelguistas la defensa de la enseñanza pública y se oponen a los recortes en la educación –y que en muchos casos optaron no enviar a los niños a clase– cuestionan la huelga como medida de presión. "Estamos en contra de la huelga, de que se cierren las aulas, porque perjudica a nuestros hijos" señalaba el presidente de la FANPA, Manuel Alvite, que no descarta una acción coordinada de los distintos sectores de la comunidad educativa en defensa de la enseñanza pública.

Al igual que desde otros puntos de Galicia, desde Pontevedra numerosos profesores en huelga se desplazaron a Santiago (en coche o en los autobuses de los sindicatos) para participar en la manifestación unitaria contra la política de recortes educativos que promueve la Xunta.

La huelga de ayer –que estuvo precedida la jornada anterior de un paro simbólico de treinta minutos– fue la primera aunque no será la última. De hecho está convocado ya un nuevo paro para el próximo 27 de septiembre y, advierten desde los sindicatos, "la guerra no ha hecho más que empezar".