El Pazo de Lourizán, que hace poco más de un siglo era el foco de la política española de la Restauración de la mano de Eugenio Montero Ríos, languidece desde hace décadas debido al abandono y el fracaso de todos los proyectos que se han manejado desde entonces para su resta. Aunque en sus instalaciones funciona la Escuela de Capataces Forestales, el suntuoso edificio principal apenas se aprovecha, un deterioro del que acaba de alertar el gobierno local. El alcalde, Miguel Fernández Lores, ha trasladado al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, una propuesta para convertir ese emblemático espacio en el centro de referencia de Galicia en materia medioambiental.

En su propuesta por escrito al Ejecutivo autonómico, Lores destaca que "es preciso abordar la puesta en valor de la finca de Lourizán como espacio destinado a la divulgación de los valores naturales de Galicia, aprovechando su innegable potencialidad actual (arboreto, jardín botánico...) para lo que es necesario recuperar el Pazo de Montero Ríos como centro divulgativo de vocación científica relacionada con la naturaleza, como centro de investigación forestal y como centro de información medioambiental de Galicia".

Atractivo turístico

En el fondo, al margen del carácter científico del recinto, propiedad de la Diputación, pero cedido a la Xunta, el Concello ha puesto sus ojos en esta amplia finca por su potencialidad turística, ya que cuenta con unas instalaciones y espacios naturales incomparables. De hecho, en su día se organizaron visitas a sus jardines y bosques e incluso conciertos musicales para reactivar el recinto, pero sin continuidad.

Y es que este histórico inmueble, diseñado por el arquitecto Genaro de la Fuente y adquirido por la Diputación en 1940, se acerca cada vez más a la ruina mientras ninguno de los anuncios para su restauración salen adelante. Y no ha sido por falta de propuestas. Se llegó a proponer como sede del Parque Natural de las Illas Atlánticas, como Centro Medioambiental de Galicia (opción que ahora recupera el Concello), como Instituto Climático de la comunidad autónoma o un simple centro de estudios botánicos, pero ni con la Xunta bipartita anterior ni con el Ejecutivo actual se concreta ninguna idea. En 2008, el PP en la Diputación ya reclamó a la Xunta anterior una "rehabilitación integral" del Pazo, y con la llegada de este partido al Gobierno gallego, se insistió, en 2010, en ese compromiso e incluso se anunció "para esta legislatura". En cambio, los planes actuales parecen pasar por mantener, tan solo, su actual vertiente forestal.

La falta de financiación se sitúa como uno de los orígenes de este abandono, toda vez que en algunas estimaciones se calculaba que serían necesarios unos 20 millones de euros para que el Pazo de Lourizán recupere su esplendor y una actividad permanente.