El albergue de peregrinos de Pontevedra sigue llenándose. A pesar de no ser Año Santo, el número de peregrinos que van hacia Santiago y que hacen su parada de descanso en la ciudad sigue siendo alto. Sobre todo desde Semana Santa y hasta el mes de septiembre, temporada alta que coincide con la época de calor. A la una de la tarde abre sus puertas, durante esta época de verano, a las 16.00 horas en la época de invierno, y en la mañana de ayer, media hora antes de la apertura del albergue ya había 12 personas, esperando para poder instalarse. Algunos días incluso es necesario ocupar el pabellón cedido por el colegio de a Xunqueira, que ya está habilitado y en el que caben cien personas.

De todo el mundo

Este albergue, uno de los hitos del Camiño Portugués, ya ha superado más de un Xacobeo, en los que miles de personas pernoctaron en él. Este año, las visitas siguen siendo constantes y, de nuevo, no existe un prototipo de peregrino. Vienen de todos los lugares de España y de todas partes del mundo, quizás más alemanes y portugueses, estos últimos debido a que este albergue está en el camino portugués, pero también hay visitas de la otra parte del planeta, como Corea o Australia. Las edades también van desde los más pequeños hasta los mayores de la casa, y la ocupación también es muy variada. Ahora en verano muchos aprovechan sus vacaciones, y quizás sea en épocas no estivales cuando los estudiantes o desocupados se animan más a caminar.

El precio de este albergue es de 5 euros por noche, e incluye el uso de todas las instalaciones, es decir, habitaciones, baños, zona de cocina y comedor y un espacio para tender la ropa. No se realiza ningún tipo de reserva, las plazas se cubren por riguroso orden de llegada y la estancia es por una única noche. Este albergue está gestionado por la Asociación de Amigos del Camino de Pontevedra, y son hospitaleros voluntarios los que se encargan de recibir a los caminantes y de que todo funcione como es debido. Es uno de los más modernos y mejor acondicionados de esta ruta portuguesa, y coincide con el fin de la tercera etapa española de este camino. Tiene 56 plazas, que en las épocas de verano se amplían hasta 80, y para poder descansar en él, es necesario presentar la credencial de peregrino. El horario de cierre es las 22.00 horas, para asegurar el descanso y antes de las ocho de la mañana todos los peregrinos deben estar fuera.