La Consellería de Medio Ambiente afronta desde ayer los trabajos del tramo final de la variante de Marín, que incluyen el macro-enlace de Mollabao, sin garantías por escrito de que el Ministerio de Fomento colaborará en la financiación de ese nudo final. Así lo aseguraron ayer fuentes oficiales de la propia consellería, que incluso condicionan el final de las obras de la variantes en 2012 a que el ministerio cumpla su parte económica. "La variante estará en servicio en 2012 (previsiblemente a finales de año) siempre que Fomento cumpla su compromiso de financiación del nudo de Mollabao. Se le ha enviado un texto de convenio y estamos pendiente de respuesta", añaden las mismas fuentes.

Se trata de una gran rotonda elevada prevista a orillas de la ría sobre la actual autovía de Marín, una obra presupuestada en su día en unos 14 millones de euros. Xunta y Fomento pactaron hace más de dos años (con el anterior gobierno bipartito) la financiación conjunta de esa obra, pero el relevo en San Caetano "enfrió" aquel acuerdo, entre otras razones porque la Xunta siempre se mostró muy crítico con el diseño elegido y pidió varias veces, sin éxito, su revisión.

En todo caso, ayer se procedió al primer día de corte de la carretera vieja de Marín, para instalar un viaducto de la variante sobre ella, sin este asunto resuelto. Este viaducto comenzado a instalar ayer es el primer paso del tramo final de la variante, con la macro-rotonda de Mollabao, a la altura de Ence, como "guinda". La implicación de Fomento en este obra obedece al hecho de que incide en dos viales de titularidad estatal: la circunvalación de la AP-9 y la propia autovía de Marín, un vial que tendrá que ser desplazado unos metros tierra adentro para disponer de espacio en el que habilitar los futuros carriles de aceleración y desaceleración, que se ubicarán a la derecha, como es habitual, y no a la izquierda, como ahora.