Hace ya más de un mes que los proveedores de Factoría Naval de Marín tendrían que haber recibido los pagarés de Bankia con los que se hacía frente al primer pago de la deuda, por 9,5 millones de euros, comprometido en su día. El continuado silencio tanto por parte del astillero como de la propia entidad bancaria llevó ayer a los responsables de las empresas auxiliares a "tomar" las instalaciones de Factoría Naval para exigir explicaciones sobre el cobro de esta parte de la deuda.

Primero fue ante los dirigentes del astillero, en una reunión con el gerente del mismo, Juan Rozpide. Después, en una asamblea que se convocó "in situ" en las instalaciones de Factoría Naval y en la que se transmitió a los afectados que, a día de ayer, el cobro de este primer pago de la deuda estaba tan sólo pendiente de "salvar dos o tres documentos". Entre ellos, que el comité de riesgos de Bankia (entidad en la que se fusionó la antigua Bancaja) vuelva a renovar los avales que en su día garantizaban el cobro de estos 9,5 millones. Estos avales ya fueron validados por el comité de riesgo de la entidad crediticia hace un mes, pero el plazo expiró y ahora debe volver a recibir el visto bueno.

Un comité de riesgos de Bankia que, según la información que recibieron ayer, se reuniría mañana viernes. De esta forma, los proveedores no recibirían la comunicación formal de que los avales han sido aprobados hasta el lunes. Sin embargo, los responsables de las empresas auxiliares de Factoría Naval no están dispuestos a esperar más y ayer mismo remitieron un documento a Bankia urgiendo a la entidad a que les remita por escrito el compromiso de la emisión de estas garantías de manera inmediata.

¿Por qué no esperar hasta lunes? Rafael Outeiral, uno de los portavoces de las empresas auxiliares, explica que "las circunstancias en las que hace un mes Bankia dio el visto bueno a los avales son las mismas, no han cambiado, por lo que no entendemos por qué deben volver a pasar por el comité de riesgos". Recuerdan que buena parte de este primer pago está vinculado a la finalización de un megayate que está a punto de entregarse al comprador. Un barco cuya financiación, precisamente, corre a cargo de Bankia. Los proveedores temen que la inminente entrega de este buque pudiera suponer que la entidad crediticia se desentendiese de los avales y de la situación de las empresas auxiliares una vez que, finalizado el buque, se vean "liberados de riesgos".

Por eso, mientras urgían a la entidad bancaria a que confirmase los avales ayer mismo, anunciaban que no permitirían la salida de éste ni de cualquier otro buque de Factoría Naval hasta que reciban esta garantía de cobro. En cualquier caso, dejaron claro que harán "todo lo posible" para que no haya demoras en la ejecución de los barcos ni en la entrega de los pedidos, por lo que señalan que cualquier cancelación por el incumplimiento de plazos en la entrega de los buques sería "únicamente responsabilidad de Bankia".

Mejores noticias recibieron en cuanto al segundo pago de la deuda, otros 9,5 millones que tiene fecha de Noviembre de 2012. Factoría Naval lo vincula a la construcción de la unidad C-160 para la compañía noruega Esvagst. La negociación para su traslado a los astilleros Armón en Vigo, "va por buen camino".