"Bienvenidos a la ciudad alternativa, me gusta pensar que Pontevedra también tiene un pensamiento alternativo: el de que es posible otro modelo de ciudad, que hay formas diferentes de hacer gobierno, con las ideas más avanzadas sobre el urbanismo, la seguridad, con una apuesta por la movilidad. Estamos orgullosos de una ciudad en la que las personas son lo importante.... Y tan mal no lo hemos hecho, nos siguen votando". El alcalde, Miguel Fernández Lores, no pudo evitar el arrebato de orgullo tras los elogios de los ponentes de la Semana Galega de Filosofía.

Éstos fueron recibidos por el regidor en una ceremonia que se repite desde hace 28 años y, al igual que sucedió durante la Semana Santa con las visitas organizadas al centro histórico, los elogios se sucedieron para una ciudad "llena de sentido crítico y culta", resumió la catedrática y directora e investigadora principal del Grupo Internacional de la Uned Onlehner y colaboradora del filósofo italiano Gianni Vatttimo Teresa Oñate, que hoy participará en la Semana en la jornada dedicada a "La mentira de la liberad".

La sesión de ayer contó con la profesora de Investigación del CSIC Eulalia Pérez Sedeño, los especialistas en filosofía y tecnología Francesc Llorens y Ramón L. Gil y la periodista Monserrat Boix, redactora de informativos de Televisión Española y especialista en el mundo árabe.

Boix indicó que "las redes sociales sí han sido un factor clave en lo que está ocurriendo en el mundo árabe, aunque haya gente que se resistra a creer, porque tenemos una imagen obsoleta del mundo árabe, en donde muchos jóvenes usan hace años las tecnologías, especialmente las mujeres que no pueden estar en espacios públicos pero si en la red. En estos momentos están confluyendo muchas energías y las redes sociales aceleran el proceso de comunicación, dan más rapidez".

La experta expresó sus dudas sobre la evolución general: "Hay que ver país a pais, en Tunez todavía no ha habido una transferencia de poder, no hay gente joven ni mujeres, solo tenemos buenas intenciones y en Egipto ni eso, con un consejo de transición con aún menos mujeres...ñ Lo que está claro en el mundo árabe es que la gente no puede aguantar más y las redes sociales les ayudan a pensar: ¿si estos han podido, por qué nosotros no?"