El carnaval cumplió ayer su día final, por fin, con el último de los desfiles, que cerró el programa organizado por la Concejalía de Cultura con la colaboración de los distintos colectivos que participan en el mismo. La lluvia castigó a los participantes con un corto pero intenso chaparrón por el pequeño retraso de salida a causa de que una de las comparsas invitadas tardó en encontrar el lugar de concentración previa al inicio y todos les esperaron mirando hacia el amenazante cielo.

Pero el desfile resultó vistoso ya que las comparsas asistentes que ponían fin de este modo a su intensa actividad carnavalera de las últimas cuatro semanas, cubrieron totalmente el recorrido entre el barrio de San Pedro, lugar de la concentración hasta el iglesario, en el tramo de carretera comprendido entre los dos puntos ofreciendo un bonito colorido en su paso. Sólo el viento previo al chaparrón incomodó algo a los participantes ya que afectó a sus pantallas impidiéndoles en algunos momentos su danza al ritmo de la percusión que, desde las plataformas o a pie, realizaban sus compañeros de orquesta.

No participaron apenas disfraces aunque alguno que otro andaba salpicado, pero sin formar parte de la comitiva por lo que el desfile acabó siendo únicamente de los grandes grupos rítmicos "Canecos". "Os da Caña", "Paparicas", "Paparrulos", "Os de San Xulián" y "El Hechizo de BabiloniA", que cerró el espectáculo popular con su representación de la Babilonia de los sentidos.

La comitiva llegó finalmente al campo de la fiesta situado en el atrio parroquial donde les esperaba el grupo "Meneíto" para poner broche de oro a un desfile que en realidad lo fue al Entroido marinense. Estuvo presente en el desarrollo del desfile, la concejala de cultura Ester Crespo.