Los vecinos del barrio de Monte Porreiro y los de Cotobade protagonizaron ayer el adiós al Carnaval en la comarca de Pontevedra, tras una intensa semana en la que se sucedieron todo tipo de actividades musicales, gastronómicas, humorísticas y artísticas y que ha rentabilizado especialmente la hostelería de la ciudad del Lérez.

A los comerciantes (que felicitaron el pasado viernes la idea de ampliar a una semana el programa festivo) se sumaron ayer los hosteleros en su positivo balance de los cambios introducidos en el programa.

"La actividad en este 2011 ha sido continuada a lo largo de toda la semana y muy intensa, no concentrada en sólo dos o tres días como en años anteriores", indican los responsables de los establecimientos del centro histórico.

Con todo, los elogios no son unánimes: en las distintas actividades se ha echado en falta más humor, capacidad de crítica (la fiesta tiende a la estética "brasileña" de comparsas, abandonando el Carnaval tradicional) y no todos elogian el cambio de la Mostra da Parodia a la noche del viernes.

Así, los críticos señalan que "la Parodia amenizaba la noche del miércoles, víspera de festivo local, que ahora ha quedado más deslucida".

La Concejalía de Fiestas, por su parte, prevé consolidar este nuevo modelo de Carnaval en una semana al menos durante las próximas ediciones, según avanzó la edil Anxos Riveiro. Ésta anunció que en breve se convocará a los grupos y comparsas protagonistas del Entroido para evaluar posibles cambios y mejoras en futuras ediciones.

Ajenos a las complicaciones de la gestión, los vecinos de Monte Porreiro despidieron ayer al emblema de su Carnaval, O Porco, con un desfile. También celebró una procesión festiva el municipio de Cotobade, en el que no faltaron concursos de disfraces o un baile.