El destino quiso que el trágico fallecimiento de este peatón coincidiese con la concesión al Concello de Pontevedra de un nuevo reconocimiento por la política desarrollada en materia de seguridad vial.

La decisión de extender las zonas en las que se circula a un máximo de 30 kilómetros por hora a todo el casco urbano de la ciudad en 2009 fue una de las razones por las que el jurado decidió otorgar a la ciudad del Lérez el premio Movilidad Segura, concedido en el marco del II Encuentro de Ciudades de Serguridad Vial que organiza la Dirección General de Tráfico y la Federación Española de Municipios y Provincias.

Tras conocerse el fallo, el alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, explicó que el galardón es “un honor” y lo recibe como premio al “proyecto integral” que lleva diez años desarrollando la ciudad para reducir la velocidad a la que se circula en el casco urbano.

Además de la “zona 30”, el alcalde recordó que estas actuaciones modificaron el aspecto de la ciudad con la reducción de carriles, ampliando las aceras o con pasos elevados, para conseguir que la velocidad a la que se circula sea de menos de 30 kilómetros hora y reducir el número de fallecidos y heridos. El regidor recordó que desde que este es el límite máximo de velocidad se produjo una reducción de más de 50% de accidentes y que hasta ayer no había que lamentar ningún fallecido en ocho años, dejando el número de heridos entre 12 y 18 al año.

Modelo que prima al peatón

El jurado del premio subrayó el “esfuerzo” del Concello para implantar un modelo de movilidad local más sostenible y crear un entorno urbano centrado en el peatón, que contribuye a reducir la accidentalidad y garantizar que todos los ciudadanos se desplacen “de forma segura y saludable”.