El vecino de A Estrada juzgado ayer como presunto autor de un delito de agresión sexual a una joven, Ramón N. G., de 39 años, aseguró durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Pontevedra no recordar haber forzado a la víctima a mantener relaciones sexuales debido a que iba "bastante perjudicado por el consumo de drogas y alcohol". El procesado reconoció que mantuvo una relación sexual completa con la víctima y que la grabó en vídeo pero se negó a admitir que la hubiese violado. La Fiscalía, por contra, cree que el imputado sí la agredió sexualmente y solicita una pena de ocho años de cárcel.

"Recuerdo lo que después pude ver en el vídeo", dijo ayer en sede judicial. "No es un recuerdo completo" pero dice creer que en ningún momento la agarró, se abalanzó sobre ella, que la hubiera amenazado o que ella hubiera gritado. Tampoco dijo acordarse de que "ella hiciera ningún gesto de apartarme o desplazarme". Sí reconoció que pudo observar en la grabación como la joven lloraba y que recuerda "haber visto en el vídeo que me decía que parase". Cuando la abogada de la acusación particular le preguntó la razón por la cual no se detuvo entonces, él contestó que "si estuviera en mi juicio lo más seguro es que me hubiera retirado".

Los hechos se remontan al 12 de octubre de 2009 cuando el acusado contactó con la joven para que limpiase los cristales de su piso. Ambos se conocían con anterioridad, ya que la víctima había compartido residencia con la pareja del acusado, aunque él aseguró que no sabía que se trataba de ella cuando la llamó para realizar este trabajo.

Una vez en la vivienda explica que la invitó a una cerveza y compartieron un porro de marihuana. El acusado aseguró que ya se había fumado uno antes y que ese día por la mañana se tomó "cuatro o cinco chupitos" como hace "todos los días antes de ir a trabajar".

En su declaración, la presunta víctima de la violación aseguró que, tras enseñarle los lugares de la casa que tenía que limpiar volvieron al sofá del salón "y me tiró para el lado a la fuerza". Aseguró que la agarró por las muñecas, los brazos y el cuello. "Yo lloraba alto y gritaba y él me dijo que no gritase o me disparaba con la escopeta", relató a la sala. La joven también dijo que "sentí bastante miedo, no sabía como reaccionar" y que llegó a pensar: "Hoy de aquí no salgo".

El acusado también reconoció que registró en vídeo parte de lo sucedido. La mujer dice que nunca supo que estaba siendo grabada hasta que el propio Ramón N. G. le mostró las imágenes cuando le pidió que le dejase salir de su vivienda. "Me dijo que si decía algo subía el vídeo a internet", añadió. El acusado negó que hubiera escondido la cámara y, por el contrario, cree muy difícil que no la hubiera visto la denunciante ya que "estaba a metro y medio de nosotros". Asegura no podría subir el vídeo a la red ya que "no sé ni como encender un ordenador" y que era habitual que grabase, por "morbo", sus encuentros sexuales con otras mujeres que no fueran su pareja habitual. De hecho, aseguró que ya había hecho lo mismo con otras "4 ó 5" mujeres. En el vídeo también se recoge, según preguntas de la letrada, como el acusado le dice a la denunciante: "Como llores te va a caer la del pulpo". El acusado asegura que no es ninguna amenaza sobre una agresión física, sino a que "iba a darle caña con el sexo".

Tras abandonar la vivienda sintiéndose "muy mal con todo el mundo y conmigo misma", la joven dice que le contó lo sucedido a una pareja que la encontró "tirada en la acera". Estos avisaron a la Policía Local que a su vez logró ponerse en contacto con Ramón N. G. para decirle que le buscaban por algo grave. Entonces, él mismo reconoce que envió un mensaje a la que todavía es su pareja sentimental diciéndole, entre otras cosas, que había "arruinado mi vida".

Tras continuar ayer el juicio a puerta cerrada para que el tribunal pudiera visionar el vídeo, la vista oral continuará el martes con la declaración de los peritos.