Las obras de la guardería de Monte Porreiro, uno de los proyectos con mayor demora de todos los ejecutados por el concello, ya están finalizadas, pero no existe ninguna garantía sobre su fecha de apertura y funcionamiento, ya que ese proceso depende de la Xunta, que aún no ha asumido su gestión y no ha dado muestras de hacerse cargo de ella a corto plazo. Por esta razón, la concejala de Benestar Social, Margarita Castejón, emplazó ayer al Ejecutivo gallego a "estar a la altura de las circunstancias y poner en marcha el centro cuanto antes".

Castejón realizó ayer una visita de inspección a una obra que superó los 815.000 euros, de los que 710.000 correspondieron a la propia ejecución y otros 106.000 al equipamiento y mobiliario, así como otras actuaciones, un apartado asumido por la empresa adjudicataria. Con una capacidad para 61 niños de 0 a 3 años, no está nada claro que pueda abrir sus puertas en enero, como sí ocurrirá con las escuelas de a Parda y del Campus, sí integradas en la red autonómica. El concello ha comunicado ya oficialmente a la Xunta la conclusión de estas obras con el fin de que lleve a cabo un trámite similar. Sin embargo, la propia conselleira de Benestar Social, Beatriz Mato ya apuntó hace unas semanas que su departamento no podría hacerse cargo de esta guardería, una decisión que, a juicio de Castejón, "contradice los anuncios del presidente de la Xunta de que una de sus preferencias es la creación de nuevos plazas de este tipo, de las que Pontevedra aún es deficitaria".