Con cero grados centígrados que marcaba el termómetro de A Ferrería, el intenso frío que reinaba ayer en la ciudad no impidió que los pontevedreses tuvieran otra descomunal muestra de apoyo y solidaridad con la familia de Sonia Iglesias Eirín, el mismo día en el que se cumplían cuatro meses de su desaparición. Y es que un millar de personas marcharon por las calles de la ciudad para que su caso no caiga en el olvido y reclamar su vuelta a casa.

Un regreso que cada vez se antoja más difícil para sus seres queridos. Una familia que se encuentra "desesperanzada" con el paso del tiempo, según reconocía ayer su portavoz, Isabel Martínez. Una familia a la que además se le vienen encima unas fechas navideñas que harán más dolorosa la ausencia de Sonia: "Los ánimos están por los suelos como os podéis imaginar, ya no queda ni un hilo de esperanza", explicaba Isabel Martínez. En este estado siguen esperando "a que la Policía haga su labor y que tengamos una solución lo antes posible".

Y es que, ante esta situación de desesperanza, lo que reclama la familia de Sonia es una resolución lo antes posible, ya que "la herida sigue abierta, el dolor está ahí y ni siquiera podemos pasar página, cualquier otra página, aunque sería más dolorosa, al menos sería un avance, pero estamos así, con la desaparición de Sonia sin resolver", afirmó la portavoz.

En cuanto al estado de la investigación abierta por la Comisaría, Isabel Martínez explicó a los medios que "si se ha producido algún avance nosotros no lo conocemos, seguimos manteniendo contacto permanente con la Policía pero no hablamos de los entresijos del caso".

La manifestación partió sobre las nueve y media de la noche, en medio de un intenso frío, de la plaza de A Ferrería para atravesar la plaza de A Peregrina, Compostela, Joaquín Costa, Blanco Porto y Benito Corbal. Allí, los participantes volvieron a detenerse ante la tienda de Massimo Dutti en la que trabajaba Sonia y a la que nunca se reincorporó aquel 18 de agosto cuando se le perdió el rastro. Tras unos minutos en silencio, los manifestantes rompieron en un aplauso y continuaron hasta A Ferrería. Allí brindaron de nuevo su calor y apoyo a la familia. La madre de Sonia, Carmen Eirín, volvió a romper en un llanto que consoló su marido, así como su hija y el marido de ésta. Pese a su estado de ánimo y a los difíciles momentos que atraviesan, todos ellos quisieron participar en la marcha, acompañados de amigos y compañeros de trabajo de Sonia. Tampoco faltaron los vecinos de la mujer desaparecida en el barrio de Campo da Torre, con una pancarta en la que se podía leer "Sonia, te esperamos". También había una nutrida representación de la urbanización de Monte Porreiro, en donde residen los padres, con otra pancarta que exigía "Justicia", así como vecinos de Verducido de donde procede la familia de Sonia.

En un discreto segundo plano se mantuvieron distintas autoridades y cargos públicos que se sumaron al acto. Es el caso del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que participó en la marcha, así como el portavoz del PP, Telmo Marín, la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor, su marido José Benito Suárez Costa, presidente de la Autoridad Portuaria, y el conselleiro de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, quienes también mostraron su apoyo a la familia de Sonia. "É importante que a xente de Pontevedra siga participando nestas marchas para demostrar que non olvidamos e que non perdemos a esperanza. A familia de Sonia necesita agora dúas cousas: que apareza Sonia e que a xente de Pontevedra a apoie", dijo Rueda.

La portavoz de la familia, Isabel Martínez, explicó que se realizarán nuevas actividades para que la desaparición de Sonia no caiga en el olvido. "Se irán progamando poco a poco porque tenemos que contar con la fuerza de la familia, que está mermada de energía como os podéis imaginar". En cualquier caso, insistió en transmitir el agradecimiento de la familia a los pontevedreses por este nuevo acto de "generosidad y solidaridad".