La xunta de goberno local aprobó ayer el nuevo plan de obras presentado por la empresa concesionaria de la construcción del puente de As Correntes. Según estas previsiones, el próximo mes de enero comenzarán a instalarse los estribos de la estructura, que estará completamente construida ocho meses después. La previsión es que en octubre el puente esté abierto al tránsito de vehículos.

Desde hace meses, las obras del puente de As Correntes aguardan por la llegada de una barcaza que transporte la estructura metálica principal del futuro viaducto, que ya está construida.Esta maniobra se planteó ya para el pasado verano. Mientras no llega esa estructura metálica, supuestamente ya elaborada en unos talleres especializados y que solo habría que ensamblar en el propio río, los trabajos se han centrado en los cimientos de ambas orillas, una actuación que permaneció paralizada durante más de nueve meses por carecer de la necesaria autorización de Costas.

La empresa Sercoysa, adjudicataria de las obras del puente das Correntes, ha realizado ya las explanaciones para asentar la futura estructura entre la avenida del Uruguay y la calle Domingo Fontán. Esta labor, para la que se hicieron necesarias barreras anticontaminación en el río, se produjo un mes después de la reanudación de las obras el pasado 22 de marzo, y tras casi diez meses de paralización por orden de Costas.

En el calendario de obras, los pasos inferiores se construirán entre abril y junio de 2011 y los arcos hasta el mes de agosto. El paseo de ribera bajo tablero se ejecutará entre febrero y marzo.

En la avenida de Uruguay se desmontó la escollera que existe en el punto donde arrancará el puente, mientras que en Domingo Fontán se realizó la cimentación de la estructura.

Se ha trastocado por completo es la previsión de plazos. La intención inicial de inaugurar el nuevo puente, entre las avenidas de Uruguay y Domingo Fontán, se fijaba en el 2010 que está a punto de finalizar.

El puente contará con cuatro carriles de circulación y con un espacio de paso para los peatones. A ambos lados rematará en sendas glorietas y con pasos para peatones soterrados (pero abiertos) que, en el caso de la otra orilla del Lérez tendrá un acceso directo a la Xunqueira de Alba. La construcción costará 7,2 millones de euros, de los que 3 millones son financiados por la Xunta y el resto es asumido por el Concello de Pontevedra.